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De acuerdo con el sitio Livescience, la privación del sueño deprime las habilidades del sistema inmunológico para combatir enfermedades.
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Según un estudio, las vacunas pueden incluso ser menos efectivas para las personas que duermen menos de seis horas.
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De acuerdo con la Universidad de California San Francisco (UCSF), el número normal de glóbulos blancos en la sangre es de 4.500 a 11.000 glóbulos blancos por microlitro.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Carolina del Sur (USC), el estrés en forma de acontecimientos traumáticos, tensión laboral, factores estresantes cotidianos y discriminación acelera el envejecimiento del sistema inmunitario, aumentando potencialmente el riesgo de cáncer, enfermedades cardiovasculares y enfermedades derivadas de infecciones como el COVID-19.
¿Cómo se produce el envejecimiento del sistema inmunitario?
De acuerdo con información del sitio Medline Plus, A medida que se envejece, el sistema inmunitario ya no trabaja tan bien. Además, pueden presentarse los siguientes cambios al sistema inmunitario. El sistema inmunitario se vuelve más lento para responder, por lo que su riesgo de enfermarse aumenta. Es posible que las vacunas antigripales u otras vacunas no funcionen bien ni lo protejan durante el tiempo que se esperaba.
- Se puede presentar una enfermedad autoinmunitaria. Se trata de una enfermedad en la cual el sistema inmunitario por error ataca y deteriora o destruye los tejidos sanos del cuerpo.
- Su cuerpo puede sanar más lentamente. Hay una cantidad menor de células inmunitarias en el cuerpo para lograr la curación.
- La capacidad del sistema inmunitario para detectar y corregir defectos celulares también disminuye. Esto puede ocasionar un mayor riesgo de cáncer.
Los problemas relacionados del estrés con el sistema inmunitario
De acuerdo con el estudio, se consultaron y compararon enormes conjuntos de datos del Estudio de Salud y Jubilación de la Universidad de Michigan, un estudio longitudinal nacional sobre la economía, la salud, el estado civil, el estado familiar y los sistemas de apoyo público y privado de los estadounidenses mayores.
Para medir la exposición a varios tipos de estrés social, los investigadores analizaron las respuestas de una muestra nacional de 5744 adultos mayores de 50 años. Respondieron un cuestionario diseñado para evaluar las experiencias de los encuestados con el estrés social, incluidos los eventos estresantes de la vida, el estrés crónico, la vida cotidiana. discriminación y discriminación de por vida.
Luego, las muestras de sangre de los participantes se analizaron mediante citometría de flujo, una técnica de laboratorio que cuenta y clasifica las células sanguíneas a medida que pasan una por una en una corriente estrecha frente a un láser.
“En este estudio, después de controlar estadísticamente la mala alimentación y la falta de ejercicio, la conexión entre el estrés y el envejecimiento inmunitario acelerado no fue tan fuerte”, dijo el autor principal del estudio, Eric Klopack, becario postdoctoral en la Facultad de Gerontología Leonard Davis de la USC. “Lo que esto significa es que las personas que experimentan más estrés tienden a tener una dieta y hábitos de ejercicio más pobres, lo que explica en parte por qué tienen un envejecimiento inmunológico más acelerado”.
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