La tecnología ha sido una de las herramientas que más ha beneficiado al campo de la salud, no únicamente al momento de ejercer la Medicina, sino incluso desde la etapa formativa. Un claro ejemplo de esto puede apreciarse en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), la cual cuenta con unos novedosos robots simuladores únicos en el país diseñados para los alumnos de las carreras de Médico Cirujano, Odontología, Farmacia, Nutrición, Gerontología y Enfermería.
En este caso, la UAEH cuenta con el Centro Latinoamericano de Educación Médica por Simulación, espacio equipado tecnológicamente en el que se ofrece educación de calidad y las herramientas para que los estudiantes puedan desarrollar de manera integral sus habilidades.
En ese sentido, los simuladores robotizados hablan, respiran, gimen, lloran, parpadean e inclusive sangran, lo que les permite a los estudiantes el poder practicar de una forma más realista y prepararse para lo que enfrentarán en el mundo real.
De esta forma, el apoyo de robots a médicos se ha convertido en una práctica común, como los empleados en el hospital de la Universidad de Nagoya (UN), en Japón, los cuales funcionan a manera de vehículos autónomos para la carga y distribución de medicamentos dentro del nosocomio y debido a su efectividad se espera que dentro de los próximos meses sean elaborados más equipos tanto para centros de salud nipones como para otras partes del mundo.
Y dentro del campo nacional el ejemplo más llamativo que existe en la actualidad es el robot Da Vinci, el cual se encuentra en el Hospital General de México y gracias a él es posible combatir el cáncer de próstata con una elevada efectividad.