La ataxia es un trastorno motor caracterizado por una falta de coordinación en la realización de movimientos voluntarios que altera ante la precisión como su velocidad. Esta descoordinación afecta a las extremidades, a la marcha y al habla.
El diagnóstico de este trastorno es siempre clínico y se las en el análisis de los síntomas y signos que presenta el paciente. Por otra parte, la exploración neurológica debe ser minuciosa y centrada en la exploración de los movimientos oculares, coordinación de movimientos y la marcha.
Síntomas de la ataxia
Fundamentalmente, los síntomas de la ataraxia afectan a los movimientos voluntarios. Entre los más característicos se encuentran los siguientes:
- Inestabilidad al caminar, lo que provoca un aumento de la base de apoyo durante la marcha.
- Incoordinación de los movimientos voluntarios en brazos y piernas.
- Alteración del habla con dificultada para la articulación y el control del volumen de la voz, el tono y la respiración.
- Alteración de los movimientos de los ojos que puede llegar a producir visión doble o sensación de movimientos de los objetos.
Principales causas
La ataxia puede ser el principal síntoma inicial y único a lo largo de la evolución de una enfermedad o bien puede aparecer debido a otras causas, que se pueden dividir en las siguientes:
Causas adquiridas
- Metabólicas, nutricionales y tóxicas.
- Ataxias de causa inmunológica.
- Producidas por lesiones estructurales del cerebelo o de sus conexiones.
- Degenerativas.
Causas hereditarias
Según el patrón de herencia se pueden clasificar en autonómicas dominantes o recesivas. Todas ellas llevan a una pérdida de la ambulación en unos 15 años.
Diagnóstico de la ataxia
Como hemos dicho el diagnóstico de este trastorno siempre es clínico y se basa en el análisis de los signos y síntomas que presenta el paciente. Durante la exploración neurológica será importante comprobar si existe alteración de otras estructuras del sistema nervioso central y/o periférico, además del cerebelo.
Asimismo, resulta imprescindible realizar una resonancia magnética cerebral con la que comprar la integridad y/o lesión del cerebelo y el resto del sistema nervioso central.