Desde mayo de 2020 hasta abril de 2021, más de 100 000 personas en los EE. UU. murieron por sobredosis de drogas, según los CDC. Por lo tanto la Universidad de Washington han desarrollado un nuevo dispositivo portátil que puede saber cuándo una persona tiene una sobredosis de opioides.
Alrededor del 64% de esas muertes fueron por opioides, principalmente fentanilo
Para reducir esas muertes, los investigadores de la Universidad de Washington han desarrollado un nuevo dispositivo portátil que puede saber cuándo una persona tiene una sobredosis de opioides.
¿Pero es posible?
Es posible revertir una sobredosis de opioides con el medicamento naloxona, pero debe administrarse tan pronto como alguien muestre signos de sobredosis o deje de respirar.
Si una persona tiene una sobredosis sola, o si nadie cerca tiene una dosis de naloxona o la capacitación para administrarla, la probabilidad de que esa persona muera es mucho mayor. Esto llevó a los investigadores a desarrollar un sistema de autoinyección que las personas con trastorno por uso de opioides pueden usar contra su vientre.
El nuevo dispositivo funciona como una bomba de insulina.
Tiene sensores para detectar patrones de respiración y está programado para reconocer los signos de respiración y movimiento lentos o detenidos. Si los sensores detectan síntomas respiratorios potencialmente mortales que significan una sobredosis, activan una inyección de naloxona.
Los investigadores probaron el dispositivo en voluntarios en dos entornos y publicaron sus hallazgos en la revista Scientific Reports en noviembre.
Uno de los sitios de prueba fue una clínica de inyección supervisada en Vancouver, Canadá, donde las personas con adicción pueden usar drogas por vía intravenosa con la presencia de un profesional médico capacitado. Veinticinco voluntarios usaron el dispositivo para asegurarse de que midiera con precisión sus patrones de respiración mientras usaban opioides, pero los dispositivos no estaban programados para administrar la naloxona.
El otro sitio fue un hospital donde 20 voluntarios que no tomaron opioides usaron los dispositivos y contuvieron la respiración durante 15 segundos para imitar el síntoma de dejar de respirar. Durante esta prueba, los dispositivos inyectaron una dosis de naloxona cuando detectaron que la persona no se había movido durante al menos 15 segundos.
El dispositivo actúa como debería y administra la dosis correcta en el sistema circulatorio de una persona
La naloxona se une a los receptores; revierte y bloquea los efectos de otros opioides si se han consumido. Después de las inyecciones, a los participantes se les extrajo sangre para asegurarse de que la pequeña dosis de la droga entrara en su torrente sanguíneo.
El nuevo estudio muestra que el dispositivo actúa como debería y administra la dosis correcta en el sistema circulatorio de una persona. Dicho esto, se necesitan más estudios antes de que los investigadores puedan solicitar la aprobación de la FDA.
Además, aparte de realizar más pruebas sobre la seguridad y eficacia de los dispositivos, los investigadores necesitan saber qué tan cómodos son para usarlos y si están lo suficientemente ocultos a la vista como para que las personas con adicción a los opioides estén dispuestas a usarlos.
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