El triclosán, un compuesto antimicrobiano que se encuentra a menudo en la pasta de dientes, algunos juguetes y miles de otros productos, puede desencadenar inflamación intestinal.
Pasta de dientes: Investigaciones anteriores ya habían demostrado la toxicidad del triclosán
Ahora, un equipo internacional de investigadores dirigido por la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, la Universidad de Massachusetts Amherst (EE. UU.) Y la Universidad Bautista de Hong Kong ha identificado las bacterias. Incluso enzimas específicas, que desencadenan los efectos nocivos del triclosán.
El estudio, publicado hoy en “Nature Communications”, sugiere además que estas enzimas bacterianas pueden bloquearse para que no causen daño intestinal.
‘Al identificar las bacterias responsables de este proceso, se podrían desarrollar nuevos enfoques para el diagnóstico, la prevención y el tratamiento de enfermedades inflamatorias del intestino”, dice el autor del estudio Matthew Redinbo.
Investigaciones anteriores ya habían demostrado la toxicidad del triclosán en la pasta de dientes, pero este nuevo estudio, realizado en ratones, proporciona más información sobre los cambios provocados en el intestino.
SOBRE EL ESTUDIO
Específicamente, el estudio que ha vinculado enzimas microbianas intestinales específicas (proteínas beta-glucuronidasa microbianas intestinales (GUS). Ccon el triclosán muestra que estas enzimas hacen que el triclosán cause estragos en el intestino.
Usando esta valiosa información, los investigadores utilizaron un inhibidor dirigido al microbioma para bloquear la actividad del triclosán en el intestino. Esto previno el daño del colon y los síntomas de colitis, una forma de enfermedad inflamatoria intestinal (EII), en los ratones.
La investigación es relevante porque proporciona nuevas pistas sobre el manejo de la EII, enfermedades que son cada vez más frecuentes.
La EII puede estar latente durante largos períodos de tiempo y expresarse repentinamente sin desencadenantes aparentes.
Es necesario comprender mejor el impacto de las sustancias químicas ambientales en la salud intestinall
Los autores del estudio concluyen que es necesario comprender mejor el impacto de las sustancias químicas ambientales en la salud intestinal.
En 2016, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés). Ordenó que se retirara de los jabones que se usan en hogares y hospitales por temor a que contribuya al crecimiento de bacterias más resistentes.
Sin embargo, el triclosán sigue siendo un ingrediente omnipresente que se agrega a los cosméticos, pastas dentales, desodorantes y prendas y equipos deportivos para reducir la contaminación bacteriana. También se usa comúnmente en muchos enjuagues bucales o enjuagues bucales a una concentración máxima de 0,2%, ya que se ha descubierto que previene la gingivitis.
Sin embargo, el Comité Científico para la Seguridad del Consumidor de la Comisión Europea (SCCS), está revisando su uso y ha determinado que la concentración máxima del 0.3% en todos los productos cosméticos no es segura para los consumidores. Debido a la magnitud de la exposición acumulada, ( mediante el uso de diferentes productos con triclosán al mismo tiempo). Por lo que se ha limitado a algunas categorías de cosméticos, y se ha prohibido en el resto.
El triclosán ha sido cuestionado por su toxicidad
Durante años, el triclosán ha sido cuestionado por su toxicidad. Por ejemplo, los estudios en animales han demostrado su potencial como disruptor endocrino o disruptor endocrino. Este hecho no quiere decir que tenga los mismos efectos en humanos, pero es algo que debería investigarse más a fondo.
Un disruptor endocrino se define como una sustancia química exógena que tiene efectos adversos sobre la salud de un organismo intacto o su descendencia, como consecuencia de cambios en la función endocrina.
Según la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), los efectos nocivos sobre la salud del triclosán que sugieren los estudios epidemiológicos son asma, alergias y fotosensibilización, alteración de la función tiroidea, disminución de la fertilidad, recién nacidos de bajo peso y disminución del funcionamiento del sistema digestivo. sistema inmune.
Ahora, el nuevo estudio publicado en “Nature Communications” vuelve a poner este compuesto de la pasta de dientes en el centro de atención.
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