Para ser un buen médico en México, se requieren de 7 a 15 años de estudio. Esto significa una gran preparación y contar, sobre todo, con vocación de servicio, además de trabajar bajo estrés y estar siempre pendiente de los pacientes en cualquier tipo de especialidades médicas.
Está claro que la profesión médica implica riesgos y el profesional sanitario siempre está expuesto a demandas legales por parte de los pacientes, sobre todo por las supuestas negligencias legales.
La Conamed es la encargada de funcionar como intermediario entre médicos y pacientes
En México, la autoridad encargada de funcionar como intermediario entre médicos y pacientes es la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed). Ante ella se deben presentar las demandas legales. Es la entidad en la que se deben presentar las demandas legales y se encarga de analizar cada caso y determinar si, realmente, existe un delito que se deba castigar o no.
Ginecología es de las especialidades médicas más demandadas
Aunque cualquier médico está expuesto a sufrir una demanda legal, algunas especialidades, por su naturaleza, presentan un mayor riesgo de demandas, en su mayoría por negligencia médica. A continuación, te contamos cuáles son las especialidades médicas más demandadas según la Conamed:
- Ginecología (38%).
- Cirugía general (24%).
- Medicina interna (11%).
- Ortopedia (7 por ciento).
- Pediatría (con un 6%).
Las denuncias presentadas son consideradas y sometidas a investigación por lo que no siempre se trata como negligencia médica. Así que se llega a la conclusión de que el error no siempre es culpa del médico sino del paciente, por no seguir, de forma adecuada, las indicaciones.
Son muchas la negligencias, de tipo médico, que se han conocido en México en los últimos años. Por ejemplo, una madre de un bebé, de apenas un año y dos meses de edad, denunció que su hijo quedará ciego después de que médicos del IMSS le extirparan su único ojo sano, cuando le estaban operando para extraerle el ojo izquierdo por un tumor. En el año 2013, Susana, una indígena de 26 años, murió en su intento por dar vida ya que tuvo que esperar 48 horas antes de que le practicaran una cesárea que debería haber sido inmediata.