En agosto pasado el presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Medicamentos (Anafam), Dagoberto Cortés Cervantes, advertía sobre el riesgo de que varios estados quedaran excluidos de la compraba consolidada de medicinas encabezada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para asegurar su abasto en 2017, no obstante, al día de hoy han hecho pagos importantes para no quedar fuera de la jugada.
Información dada conocer por la periodista Maribel Ramírez Coronel a través de El Economista, señala que el Estado de México estuvo muy cerca de ser excluido, sin embargo, aportó 450 millones de pesos de un adeudo de 600 millones por concepto de compras consolidadas, si bien aún debe millones más a la industria farmacéutica por adquisiciones de medicamentos hechas fuera de este esquema.
Durante el último mes, otros estados que también adelantaron una importante parte de su deuda para no ser excluidos fueron Nuevo León, Sonora, Coahuila y Colima, no obstante, Veracruz no lo hizo y perdió la oportunidad de adquirir medicamentos, vacunas y material de curación a mejores precios a través de las compras consolidadas.
Parece que con estas acciones los gobiernos de dichas entidades intentan ganar de nuevo la confianza de la industria farmacéutica para asegurar su abasto de fármacos e insumos médicos, sin embargo, la información de Ramírez Coronel señala que la piedra en el zapato seguirá siendo el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), puesto que debe cerca de mil millones de pesos en medicamentos adquiridos a través de compras consolidadas y, además, arrastra atrasos de años a farmacéuticas y distribuidoras de medicinas.
Aunque en la actualidad las empresas que constituyen la Anafam están obligadas a seguir surtiéndole aunque no les pague, acordaron con las autoridades que, a partir de la presente compra consolidada que finaliza en diciembre, quien se atrase en sus pagos será analizado en una comisión conjunta de autoridades y empresas, para definir si se le sigue surtiendo o no.
De los 50 mil millones de pesos de la compra consolidada de este 2016, 60 por ciento (unos 30 mil millones) corresponden al IMSS y un 30 por ciento al ISSSTE (cerca de 13 mil millones de pesos), de modo que la falta de pago de este organismo que es uno de los mayores compradores del país pone en aprietos a la industria farmacéutica.
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