La consulta médica es un momento importante de conexión entre el profesional de la salud y el paciente, pues a través de este encuentro es posible recolectar información para llegar a un diagnóstico. La duración de una consulta puede variar según cada caso, pero es importante establecer una duración mínima así como un límite de tiempo.
PUNTOS A TOMAR EN CUENTA
El caso es que muchos profesionales sanitarios tienen dudas a la hora de estipular la duración de la consulta médica, y es que hay pacientes con perfiles diferentes. Otro punto a analizar es la demora que puede generar tal duración entre consultas, y una de las mayores quejas entre los pacientes es precisamente la demora de los profesionales de la salud.
Además de los atrasos, hay otra queja constante entre muchos pacientes: la duración de la consulta médica. Esto se debe a que algunas personas sienten que el servicio fue tan rápido que no hubo suficiente apertura para detallar todos los síntomas. Aún en este sentido, también hay quien dice que el tiempo es limitado hasta el punto de no poder entender el diagnóstico o el tratamiento, provocando que salgas muchas veces del consultorio del profesional con más dudas que cuando entraste.
Es importante saber que no existe exactamente una ley que diga cuánto tiempo debe tomar el profesional de la salud para ver a un paciente, por lo que le corresponde al profesional establecer esta duración.
Sin embargo, se recomienda que sean de 3 a 4 consultas por hora (en casos electivos), y teniendo en cuenta que 1 hora son 60 minutos, por lo que cada consulta debe durar de 15 a 20 minutos.
Obviamente este tiempo es una estimación, y se deben evaluar varios factores, especialmente el tipo de consulta ejecutada.
Todo dependerá del caso de cada paciente
Por ejemplo, una primera consulta médica puede ser lo suficientemente rápida para tomar un máximo de 15 minutos, pero dependiendo del caso, puede demorar hasta 30. Por lo tanto, todo dependerá del caso de cada paciente, si los exámenes se realizarán en la sala de atención o si se solicitará externamente, entre otros detalles que ya conocen bien quienes están acostumbrados a la sala de atenciones médicas.
Otro punto a tener en cuenta es su especialidad médica. Cada especialidad trata casos con diferentes grados de complejidad, por lo que para que tu agenda esté más organizada y puedas aprovechar mejor tus horarios, haz un balance de todos tus tipos de pacientes y actualiza tu horario.
Algo que suelen hacer muchos profesionales de la salud es reservar ciertos días de la semana para cierto tipo de atención. En este sentido, puede solicitar a la secretaria que programe los servicios de primera cita solo los lunes, reserve los martes para los retornos y los demás días de la semana, utilícelos para citas comunes con pacientes recurrentes.
Con el horario dividido, puede prepararse mejor para sus citas y así también puede llenar el horario para que la duración de cada cita no interfiera con las demás, ya que las citas tardías son una gran pesadilla para muchos pacientes.
Imagina que el paciente tiene una cita programada para las 2:00 p. m. pero solo puedes verlo alrededor de las 3:00 p. m. Seguramente estará tan frustrado con la demora que, si no tiene una justificación plausible, es posible que no regrese a su oficina.
Independientemente del tiempo que dure una consulta, el profesional de la salud debe ser consciente de que el tiempo dedicado a cada paciente debe ser el mínimo para poder brindar una atención de calidad, y es posible que a través de ese servicio, el paciente pueda contar la mayor cantidad de detalles posibles para que el profesional de la salud desarrolle exámenes, diagnósticos y posibles tratamientos.
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