Hasta el día de hoy los espermatozoides cuentan con una única función, fecundar el óvulo y dar con ello pie a la reproducción de las especies; sin embargo, dentro de poco estas microscópicas células masculinas podrían también convertirse en los salvadores de cientos de miles de mujeres que son diagnosticadas con alguno de los cinco principales tipos de cáncer ginecológico (cérvix, ovario, útero, vagina y vulva) año con año.
Dada la habilidad innata de las células reproductivas masculinas para navegar dentro del aparato reproductivo femenino, científicos alemanes han comenzado a investigar la posibilidad de utilizar a los espermatozoides como una alternativa para transportar fármacos de una manera mucho más rápida y efectiva de lo que los métodos actuales permiten.
Aunque el enfoque de la investigación en este momento se centra en el transporte de fármacos para tratar el cáncer, los científicos no descartan que, de comprobarse el éxito de este método, otros padecimientos de la mujer puedan ser curados con este tipo de tratamiento experimental.
La forma en que este método funciona es a través de un “sombrero” repleto de medicinas, el cual es adherido a los espermatozoides y el cual se encuentra programado para liberar su contenido una vez que alcance las células cancerígenas dentro del aparato reproductivo femenino. Si bien la capacidad de navegación de los espermatozoides no se encuentra en duda, el “sombrero” también se encuentra provisto con una especie de imán que permite a los científicos guiar al espermatozoide de mejor manera hacia las células cancerígenas.
De acuerdo con lo reportado en The Indy 100, el método resultó más efectivo para la eliminación de tumores durante las primeras 48 horas que cualquiera de los otros métodos disponibles hasta el momento. Asimismo, los científicos pudieron observar que el “sombrero” redujo hasta en 43 por ciento la velocidad de los espermatozoides y 15 de 22 espermatozoides equipados con medicamento lograron desplegar su carga de forma exitosa.
Pese al éxito demostrado por el tratamiento, aún falta mucho para que esta técnica pueda ser empleada, pues existen otros factores que preocupan a los científicos, el más importe de ellos, cómo evitar que el espermatozoide complete la fecundación una vez que ha liberado los fármacos.