Las vacunas contra el coronavirus están acompañadas de varios efectos secundarios y pueden desencadenar reacciones adversas. Algunos incluso han informado de un sarpullido rojo, con picazón, hinchado o incluso doloroso donde recibieron la vacuna COVID-19, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
El sarpullido como efecto secundarios de las vacunas
El sarpullido inducido por la vacuna y otras complicaciones de la piel pueden causar dolor e incomodidad, pero no representan un gran peligro para su salud y bienestar.
Dado que las vacunas COVID imitan la infección real, engañan al cuerpo para que piense que está sufriendo una enfermedad viral. Esto, a su vez, activa las respuestas inmunitarias del cuerpo, razón por la cual pueden surgir efectos secundarios en el proceso.
Dicho esto, los efectos secundarios de la vacuna son comunes entre los diferentes grupos de edad. Sin embargo, es posible que algunas personas no experimenten ninguna reacción.
Reacciones cutáneas: ‘brazo COVID’
Algunos de los efectos secundarios más comunes de las vacunas COVID pueden ser fiebre, escalofríos, náuseas y dolor de cuerpo que se pueden controlar con analgésicos.
Las vacunas COVID-19 también pueden causar algunas reacciones cutáneas. Si tu o tus pacientes han sido vacunados y notado una erupción cutánea inflamada alrededor del área inyectada, es probable que hayan desarrollado un ‘brazo COVID’.
¿De qué se trata?
Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, un “brazo de Covid” es un brazo con una erupción que puede aparecer después de recibir la vacuna COVID. En términos médicos, la condición también se ha llamado hipersensibilidad cutánea retardada, que esencialmente significa una reacción retardada en la piel.
La reacción alérgica puede comenzar desde unos días hasta más de una semana después de la primera dosis. Sin embargo, no todo el mundo desarrolla necesariamente esta afección cutánea.
¿Es grave?
Una erupción de una vacuna COVID puede provocar dolor al paciente alrededor del lugar de la inyección que se desarrolla ocho o más días después de recibir la vacuna, enrojecimiento e hinchazón. A veces puede ser muy grande, lo que puede parecer un motivo de preocupación. Si bien la afección suena y parece grave, según los investigadores, el brazo de COVID no es tan grave y es inofensivo.
Según los investigadores, se dice que el “brazo de COVID” es una respuesta inofensiva a la vacuna. Según los expertos, es un “fenómeno conocido” y puede ser una respuesta del sistema inmunológico a la vacuna COVID, que cede en un período de 4-5 días.
Hay que alertar a los pacientes con antecedentes de reacciones anafilácticas
Se han informado reacciones alérgicas en muchas personas que han recibido sus vacunas COVID. Si bien no hay nada de qué preocuparse, hay posibilidades de que algunas personas sean más propensas que otras.
Se dice que las mujeres son más propensas a desarrollar reacciones alérgicas o cutáneas después de la vacunación que sus contrapartes masculinas. Además, es probable que las personas que tienen antecedentes de reacciones anafilácticas, asma y alergias desarrollen reacciones.
Sin embargo, por muy crítico que parezca, estos efectos secundarios pueden tratarse con atención especializada.
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