La esclerosis múltiple, es una enfermedad autoinmune con prevalencia en las mujeres de mediana edad. Y Aunque, los estudios aún no revelan la raíz de esta patología, los científicos indican que la predisposición genética puede considerarse como una causa directa. De la misma manera que la existencia de un virus o un antígeno desconocido que ataca la mielina que recubre los nervios, haciendo que se interrumpa gradualmente la comunicación entre el cerebro y el cuerpo. Incapacitando inexorablemente a quien la padece (mayo clinic, s.f.)
Controlar los síntomas es una opción
Esta anomalía inmunológica, puede llegar a limitar la vida personal, laboral y social del individuo. Ya que, surge casi siempre a edad temprana, con una sintomatología muy diversa, donde la espasticidad, las molestias en la visión, la falta de equilibrio, los trastornos en la deglución y los problemas sexuales, pueden presentarse. Así mismo, los episodios espontáneos o constantes de fatiga crónica, debilidad, depresión y dolores fuertes en diferentes partes del cuerpo, tienen gran predominio.
Para diagnosticar esta enfermedad es necesario hacer múltiples pruebas, ya que, en la actualidad no existe un derrotero exacto que identifique esta patología. Por tanto, es importante que un equipo interdisciplinario de profesionales de la salud lleven a cabo una exploración neurológica y ordenen pruebas complementarias como una punción lumbar o una resonancia magnética, para ir avanzando en el diagnóstico y poner en marcha un tratamiento paliativo. (Fem, s.f.).
Aliviar los síntomas y frenar la evolución de la enfermedad, es lo que buscan los neurólogos y el personal de la salud. Por tanto, la utilización de fármacos cumple tres funciones: prevenir la frecuencia y severidad de cada brote; acelerar la recuperación de cada una de las molestias asociativas y mejorar la calidad de vida del individuo. De tal manera, que el paciente pueda seguir con su desarrollo personal y profesional, bajo unas directrices de bienestar.
En la actualidad existen tratamientos como la neurorehabilitación, que unido a los medicamentos alópatas que buscan recuperar las funciones motoras y retardar el proceso degenerativo. Para ello, los terapeutas incluyen terapias físicas que fortalecen el sistema musculo esquelético, mejorando la rehabilitación de episodios agudos y frenando las complicaciones que se presentan en cada etapa de la enfermedad.
Terapias alternativas como el yoga, la acupuntura, los masajes, el reiky, la meditación, Pilates y técnicas de respiración consiente, acompañadas de una alimentación saludable y relaciones interpersonales motivadoras, se convierten en una luz de esperanza para tratar diversos síntomas de esta debilitante patología. Ya que, al utilizar el poder de la mente el dolor, la incapacidad y la debilidad, se pueden manejar, para que el individuo se reincorpore a sus actividades en forma integral.
Aunque, en este momento la esclerosis múltiple no es curable, si es posible ralentizar la evolución y contrarrestar los síntomas con fármacos y terapias. Además, los investigadores se mantienen en constante búsqueda de factores de riesgo, tratamientos innovadores y formas de rehabilitación, que ayuden a prevenir, controlar y erradicar esta patología, que afecta con más frecuencia a las féminas y los pobladores de zonas más alejadas a la línea del ecuador.