Es cierto, después de 10 meses de pandemia, los médicos y enfermeras que atienden la contingencia no solo están exhaustos, sino que muchos se han contagiado y perdido la batalla frente al Covid-19, como lo hemos señalado en este espacio. Eso nadie lo duda.
También sabemos que la velocidad de los contagios está en aumento, así como el nivel de hospitalizaciones. Según los últimos números compartidos por las autoridades sanitarias, esta semana ya superamos los niveles tope que habíamos tenido en el mes de mayo de 2020.
Pero ¿de verdad es necesario que se recurra a importar brigadas médicas cubanas? A ellos no solo hay que pagarles cantidades millonarias, como la vez pasada, cuando 500 médicos y enfermeras “prestaron ayuda” en el sector salud entre abril y mayo de este 2020 por la módica cantidad de 135 millones de pesos, sino capacitarlos de forma exprés y brindarles alojamiento, en vez de invertir esos recursos en otros aspectos que son más que urgentes en este momento.
Habría que pensar en una mejor forma de invertir esos millones de pesos, porque la vez pasada quedó constancia de que no fueron muy útiles que digamos (pues varios institutos declinaron su “apoyo”), además de que esos recursos se pagan directamente al gobierno cubano, por lo cual difícilmente llegaron a los bolsillos de esos médicos y enfermeras.
Aunado a lo anterior, no hay que olvidar que México ocupa el primer lugar de decesos de personal de salud a nivel mundial, por lo cual es más que obvio que se le podría dar un mejor cauce a esos recursos que se están yendo fuera del país.
Por si fuera poco, está documentado que estas brigadas de médicos cubanos son enviadas desde la isla para hacer labor de propaganda política, como ha sucedido en otras naciones del continente americano, como Venezuela, Nicaragua y Bolivia, entre otras, por lo cual su labor queda más que en entredicho.
De nuevo: los recursos económicos que se usan para traer este tipo de brigadas pueden tener un mejor fin si se utilizan para proteger a nuestro personal de salud, brindarles todos los insumos médicos que necesitan, mejorar sus condiciones laborales, contratar más personal y darles estímulos económicos por su honrosa labor. Traer médicos y enfermeras de fuera por razones ideológicas cuando los tenemos de sobra en el país, es una pésima medida de este gobierno de la 4T.
Estetoscopio
Pésima noticia la salida de Esteban Moctezuma Barragán, todavía titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), del gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador, para irse de embajador de México a Estados Unidos. Recordemos que él ha sido de los pocos funcionarios de primer nivel que siempre, en todos los foros donde asiste, utiliza en todo momento el cubre nariz y boca, que es el ejemplo público que nos ha faltado por otros, desde el primer mandatario hasta las autoridades sanitarias. Lástima.