- Una mala planeación financiera puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso a nivel profesional.
- Desde no ahorrar hasta hacerlo sin un propósito son algunos de los errores más frecuentes que cometen los doctores que quieren emprender.
- Se estima que apenas 3 de cada 10 mexicanos con ingresos mensuales inferiores a $10,000 tienen el potencial de ahorrar.
Emprender es una característica que tienen las personas en distintas áreas. Dentro del ámbito médico lo más común es abrir un consultorio pero existen algunos errores frecuentes que cometen los doctores. Con esto en mente, algo muy importante es conocer las fallas más comunes que le ocurren a otros para evitar que pase lo mismo contigo.
En este caso, el punto en común que tienen todas las equivocaciones es que se originan por el dinero. Desde no ahorrar lo suficiente hasta crear asociaciones con personas incorrectas puede causar fatales consecuencias.
Por lo anterior, el ahorro es fundamental no solo para iniciar negocios sino también para afrontar emergencias económicas. En cualquier momento puede ocurrir un imprevisto y para este tipo de casos es necesario contar con un respaldo financiero.
Debido a todo lo mencionado, a continuación te compartimos los errores más frecuentes que cometen los doctores con el manejo de su dinero. Es importante evitar este tipo de fallas porque muchas veces son las responsables de no poder crecer a nivel profesional.
No ahorrar
El error más aterrador es ¡no ahorrar! Esto es una parte fundamental si quieres mantener unas finanzas sanas. Por lo que debes estipular claramente cuál es el porcentaje destinado a este rubro. Es alentador saber que, según una encuesta de Coru, tres de cada 10 mexicanos con ingresos mensuales inferiores a $10,000 tienen el potencial de ahorrar.
Ahorrar lo que sobra
Si dejas el ahorro al final de la quincena difícilmente quedará algo qué aportar. El dinero destinado al ahorro debe estar contemplado dentro de nuestro presupuesto. Si crees que no te alcanza, podrías empezar a analizar tus “gastos hormiga” y seguro te darás cuenta que una gran parte de esto lo puedes destinar a tu objetivo financiero del ahorro.
Ahorrar sin propósito
Si ahorras con una meta fija, como un viaje o reunir dinero para abrir tu propio consultorio médico, tendrás un foco muy claro que se volverá tu gran motivación. Por eso lo recomendable es ponerse metas reales, acordes a tu sueldo y estilo de vida, y establecidas a corto, mediano y largo plazo.
No tener clara la cantidad que quieres ahorrar
Está relacionado con el ahorro sin propósito. Al fijar tu meta de ahorro, el siguiente paso es definir cuánto es lo que necesitas destinar cada mes o cada quincena para que cumplas tu objetivo en el plazo que deseas. Lo ideal es que sea el 10% de tus ingresos; sin embargo, cada caso es distinto. Revisa que no desajustes otros aspectos de tu presupuesto, como los gastos fijos, como renta o colegiatura, o el pago de deudas.
Relacionar el ahorro con una carga
Las primeras veces cuesta trabajo. El ahorro es un hábito financiero que sólo con la práctica podemos lograr. Si estás empezando a ahorrar, puedes iniciar con el 5% de tus ingresos y poco a poco aumentar el porcentaje, ¡cualquier cantidad es un gran comienzo para formar este hábito! Recuerda: ahorrar es un placer pospuesto en el tiempo.
No pensar en tu futuro
No podemos ir por la vida sin pensar en nuestro futuro. Las decisiones que tomemos hoy serán decisivas y marcarán la diferencia entre tener o no tranquilidad el día de mañana. Ya sea a través de una Afore o de un Plan Personal para el Retiro, nada como ahorrar para garantizar un buen mañana. En México, el número de personas adultas con una cuenta individual de ahorro para el retiro es sólo de 31.3 millones (ENIF 2018).
No ahorrar para la educación de tus hijos
Existen productos como los seguros educativos que surgen como una necesidad financiera de las mamás y los papás que buscan garantizar que sus hijos asistan a la universidad.
Actualmente, de acuerdo con datos de Coru, sólo el 27% de las personas están ahorrando para la educación superior de sus hijos. Dicen que la educación es la mejor herencia, así que si tienes hijos es hora de considerarlo.
Ahorrar sin tener un fondo de emergencia
Un fondo de emergencia es una reserva de dinero que se guarda para atender situaciones imprevistas. A diferencia del ahorro tradicional no tiene una meta fija. Antes de iniciar con tu ahorro, de hecho, la recomendación es hacer el fondo de emergencia que corresponde a tener como reserva tres o hasta seis meses de tu sueldo.
Datos de Coru señalan que sólo una cuarta parte de la población tiene fondos suficientes para cubrir los gastos durante tres meses en caso de enfermedad, pérdida del empleo, recesión económica u otra emergencia.
Caer en la tentación y gastar dinero antes de llegar a la meta
Cuando tienes una meta clara de ahorro, es más fácil tener foco y resistir a las tentaciones cotidianas. Cifras de Coru advierten que sólo el 34% de las personas gasta menos de lo que gana. Recuerda administrarse adecuadamente para cumplir el compromiso que tienes.
Ahorrar de manera informal
De las y los mexicanos que ahorran, el 47.9% lo hace de manera informal: tandas, debajo del colchón, alcancía, etc., sin embargo, de esta forma ¡los ahorros están desprotegidos! Sólo el 4.6% tiene el hábito del ahorro formal. ¿Cuál es la diferencia?
El ahorro formal es aquel en el que los recursos están resguardados por entidades financieras y protegidos por instancias legales que responderán en caso de algún problema. Recuerda además que el dinero pierde valor con el tiempo, ahorrar de manera formal genera plusvalía.
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