El coordinador del Programa Universitario de Investigación en Salud (PUIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Samuel Ponce de León, advirtió que el mundo globalizado favorece los brotes epidémicos, los cuales resultan cada vez más amplios, ya que varias de sus características ayudan en la transmisión de virus y bacterias; asimismo, consideró que la próxima epidemia sería por fiebre amarilla.
Factores como la amplia conectividad en transportes, el comercio mundial, el cambio climático y la pobreza creciente, entre otros, son fundamentales para que mosquitos que funcionan como vectores en epidemias como la de influenza, viruela, dengue, chikungunya y zika hagan llegar hasta otras regiones las enfermedades, dijo el investigador.
Al respecto, cabe destacar que una gráfica de Statista muestra que los insectos representan una gran amenaza para el hombre pero, particularmente, los mosquitos constituyen un problema de enorme dimensión, ya que causan hasta 755 mil fallecimientos anuales, una cifra muy por encima, por ejemplo, de la producida por la temible mosca tse-tse causante de enfermedad del sueño, con 2 mil decesos, y las chinches transmisoras de enfermedad de Chagas, con 12 mil defunciones.
Por ello, Ponce de León se se manifestó en favor de la creación de un observatorio de virus y bacterias que permita a los científicos enfrentarse con el rápido brote de las enfermedades infecciosas.
Explicó que el dengue es una enfermedad antigua con nuevos brotes y cuya presencia se ha extendido gracias a la conectividad mundial y el cambio climático.
Por otra parte, destacó que varias epidemias localizadas en puntos lejanos de África, Asia y zonas tropicales de Latinoamérica se han extendido a regiones frías y más desarrolladas, donde antes era menos común la transmisión de los patógenos, además, mientras unos países avanzan en la inmunización para evitar contagios, la resistencia de los microorganismo a los antibióticos avanza.
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