En los últimos 50 años se ha duplicado el número de personas miopes en el mundo. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que para el 2020 un tercio de la población mundial tendrá este padecimiento y para 2050 lo será la mitad de la humanidad.
Recientemente un estudio realizado por el Colegio de Optometía de la Universidad de Houston, Estados Unidos, dio a conocer que el mundo está sufriendo una epidemia global con cifras alarmantes.
Aunque no es una enfermedad agresiva, las cifras han aumentado catastróficamente. Nos dimos cuenta que tiene más incidencia entre los jóvenes del este de Asia, en países como China y Corea del Sur, donde afecta ya casi al 95 por ciento de los estudiantes al acabar la secundaria. Sin embargo es una afección que se está expandiendo por todo el mundo, comentó el Dr. Earl Smith, líder del estudio.
Asimismo, gracias al análisis los especialistas pudieron descubrir que aunque la genética juega un rol muy importante en este padecimiento, existe algo en el comportamiento y en el ambiente que está contribuyendo a su aparición temprana.
Estuvimos estudiando varios trabajos en los que se demostró que la gente que pasa más tiempo al aire libre es menos propensa a desarrollarla que la que permanece mayor parte del día entre cuatro paredes con constante grado de estrés, como por ejemplo la oficina o la escuela. Y como la demanda educacional cada vez es más exigente y pasar tiempo en espacios interiores es casi una ‘obligación’ es seguro que con el estilo de vida actual todos la desarrollen en algún momento. Por eso, el objetivo es ver como poder frenarla.
Por otra parte, el trabajo también reveló que a nivel mundial entre el 80 y el 90 por ciento de los jóvenes que terminan la secundaria en zonas urbanas desarrolla miopía prematura.
En aquellas situaciones en que hay una expectativa educacional alta es más probable que la gente desarrolle miopía. Consideramos a nuestros propios estudiantes de optometría y nos dimos cuenta que aproximadamente la mitad se vuelve más miope durante los cuatro años de estudios aquí. Creemos que es como una epidemia que está afectando a todos.
Actualmente Smith y su equipo están realizando un segundo estudio para ver qué factores ambientales como la exposición a ciertos tipos de luz, pueden tener un impacto sobre el crecimiento del globo ocular que conlleva a la miopía.
Aunado a este tema, el Dr. José Manuel González Méijome, optometrista y catedrático en la Universidad do Minho de Portugal, comprobó la eficacia de lentes de contacto bifocales en niños, a través de un estudio.
En los casos de niños se está viendo que son muy útiles, pues corrigen la visión periférica además han demostrado que las toleran muy bien.
Para el estudio participaron niños de entre 8 y 15 años de edad y a las pocas semanas demostraron que eran capaces de ponérselas y quitárselas sin la ayuda de un adulto. Además al ser de un solo uso, el riesgo de contaminación es muy reducido.
Nuestra intención es conseguir reducir que el porcentaje de población que es miope y que los que lo sean no superen las 6 dioptrías. Algo que aumenta y multiplica por 100 el riesgo de padecer enfermedades que pueden incluso conducir a la ceguera, afirmó José Manuel González-Méijome.
En México según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) hay alrededor de 1 millón de personas con discapacidad visual.