Aunque el bótox gástrico cada vez es más utilizado todavía hay muchas dudas y mitos sobre su utilidad. Por lo tanto es necesario acudir con un especialista en el tema para conocer de manera detallada su funcionamiento, además de sus riesgos y beneficios.
A la fecha muchos asocian el bótox (toxina botulínica) con los procedimientos estéticos para suavizar y eliminar arrugas, en especial en el rostro. Aunque no se debe confundir porque los avances médicos más recientes han permitido expandir esos beneficios a tratamientos más complejos.
Al respecto, el Dr. Eduardo Cardona, quien es profesor en Medicina Estética y reconocido por su metodología única The Cardona Method, aclaró todas las respuestas sobre este novedoso procedimiento.
¿Qué es el bótox gástrico?
Consiste en inyectar toxina botulínica con un endoscopio, directamente al músculo estomacal en el esfínter pilórico. Recordemos que se trata de un neuromodulador que inhibe o controla la contracción muscular.
El bótox gástrico se realiza mediante una endoscopía en un proceso mínimamente invasivo. El paciente recibe sedación para que no experimente molestias y se puede ir a casa ese mismo día.
Cuando se hace de la manera correcta, el músculo gástrico se inactiva un poco, lo que debilita las contracciones y reduce su frecuencia.
¿Cuáles son los beneficios del bótox gástrico?
Se trata de una opción que ayuda a controlar el peso. Y aunque se logra controlar la sensación de hambre, lo ideal es crear un plan integral que incluya el ejercicio y una dieta equilibrada para obtener resultados a largo plazo.
Como la toxina botulínica relaja el esfínter pilórico, los alimentos estarán por más tiempo en el estómago antes de seguir al intestino delgado, lo cual dará al paciente la sensación de estar saciado por más tiempo. En otras palabras, al disminuir la motilidad gástrica, el estómago se vacía más lentamente, lo que reduce el apetito.
Es una opción al semaglutide y a la manga gástrica. Ahora, un punto positivo a tener en cuenta es que, a diferencia de la cirugía bariátrica (que requiere una operación de mayor envergadura), este procedimiento es mínimamente invasivo y con una recuperación rápida.
¿Cuáles son sus riesgos?
Hay que tener en cuenta que el procedimiento tiene riesgos si no es practicado por un especialista con experiencia, pues puede conllevar a lesiones estomacales y otros problemas.
Con esto en mente, el procedimiento debe ser realizado exclusivamente por un gastroenterólogo porque es quien tiene el acceso al endoscopio.
Además hay que tener mucho cuidado con el botulismo porque una intoxicación alimentaria provocada por la bacteria que produce la toxina botulínica, potencialmente letal, que de manera natural entraría por el estómago. Mi preocupación es que están llevando la toxina directamente al estómago, la principal vía de entrada de la enfermedad.
Como el músculo gástrico es extenso y necesitas aplicar altas dosis de toxina botulínica, puedes crear un botulismo iatrogénico (cuando el doctor te crea la enfermedad por accidente o por descuido).
Importante: el efecto va a durar 12 semanas, y después de ese tiempo el estómago recupera su actividad. Está en el paciente mantener el hábito (recordemos que un hábito se crea en 21 días). Tiene que poner de su parte y tener un plan nutricional para complementar el tratamiento.
¿Cuántas veces se puede realizar el procedimiento en un mismo paciente?
En mi opinión, el procedimiento debería realizarse una sola vez. No obstante, creo que en algún punto se logrará perfeccionar para reducir riesgos.