No es ningún secreto que las enfermedades cardíacas ocupan el primer lugar respecto a las causas de muerte a nivel mundial, lo que se traduce en que tan sólo en el 2015 fueron la causa del fallecimiento de 17.7 millones de personas, lo que representa el 31 por ciento del total de defunciones registradas en todo el planeta.
Ante este panorama, el Dr. Christopher N. Irobunda, cardiólogo del New York Presbyterian Hospital, estuvo presente en nuestro país como parte del XXIV Congreso Anual de la Sociedad Latinoamericana de Cardiología Intervencionista (SOLACI) y habló acerca del actual panorama de las enfermedades cardiovasculares y su futuro.
De los diversos retos que enfrenta la sanidad mundial, la salud cardíaca se encuentra entre las principales prioridades porque cada vez se presentan más muertes. Hasta hace algunos años era notoria su prevalencia en los países occidentales; sin embargo, en la actualidad ya afecta a todas las naciones y a la población de todos los estratos socioeconómicos.
Como ya se mencionó, las enfermedades cardíacas han mostrado una tendencia a la alza y es una triste realidad que cada vez son más las muertes que se registran por este motivo, pero ahora lo importante es saber si es posible revertir las cifras y lograr disminuir el índice de mortalidad.
Al respecto, el especialista coincide en que es muy complicado lograr cambiar la tendencia, pero si se emprende una estrategia internacional en la que participen varias naciones y esté trazada a largo plazo, es posible comenzar a disminuir gradualmente las muertes por enfermedades cardíacas.
Por su puesto que lo ideal es contrarrestar la mortalidad por enfermedades cardíacas a nivel mundial, pero a pesar de que se trata de un reto demasiado complicado y complejo, no es una meta imposible de alcanzar, siempre y cuando se trabaje para ello y se piense a largo plazo.