Cada especialidad médica tiene características específicas que la distinguen de las demás. En el caso de la pediatría muchas veces sólo se habla de lo bueno aunque en realidad también tiene muchas dificultades. Estar rodeado de niñas y niños puede ser divertido aunque al final implica un fuerte compromiso.
Con esto en mente, en Saludiario tuvimos la oportunidad de platicar con la Dra. Elideth Leticia Paniagua Anduiza. Es egresada de la Facultad Mexicana de Medicina de la Universidad La Salle. Además tiene la especialidad de Pediatría y es experta en Nutrición Infantil y Nutrición Clínica Pediátrica. Además fue una de las invitadas a Mañanas Médicas.
¿Por qué decidió especializarse en Pediatría?
Fue una decisión bastante sencilla de tomar porque desde que era pequeña sabía que me interesaba estudiar Medicina y en específico me interesaba cuidar y atender niños. Hoy estoy segura que fue lo correcto porque no lo veo como un trabajo sino como una actividad que me apasiona.
¿Cuáles son los aspectos más complicados de ser pediatra?
Yo creo que dentro de los aspectos más difíciles se encuentran los relacionados con ver el sufrimiento en un niño. Es algo que nadie desea pero que ocurre dentro de la práctica clínica y debes estar preparada.
Otra dificultad es la relación con los padres de familia porque debes ofrecer las suficientes explicaciones a la madre y el padre para realmente lograr el beneficio integral del paciente.
Y en el extremo opuesto, ¿cuáles son las satisfacciones de ser pediatra?
Ver crecer a los niños es lo mejor porque me genera sentimientos que no puedo describir. Al ver su recuperación y desarrollo creo que yo me convierto en una integrante más de la familia. Incluso escuchar algo tan simple como “gracias doctora” es la muestra más grande de que estoy haciendo lo correcto.
¿De qué manera se pueden generar relaciones a largo plazo con los pacientes?
Creo que en el caso de Pediatría la clave se encuentra en la confianza que logres generar en los padres de familia. Además es importante no ver a los niños como un negocio porque muchas veces lo único que se consigue es desvirtuar el objetivo de la profesión.
Como pediatra, ¿qué opina acerca del uso de las redes sociales por parte de los niños?
Las redes sociales pueden ser muy buenas pero sólo si existen límites y comunicación entre los padres de familia y sus hijos. Para empezar, la Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda que nadie menor de dos años debe ver una pantalla. Mientras que después cada plataforma tiene indicaciones con respecto a la edad mínima para abrir una cuenta.
Además de respetar lo anterior es muy importante el ejemplo que los padres le ofrecen a sus hijos. Cuando los adultos permanecen largos períodos de tiempo frente a un teléfono es contradictorio que después les pidan a los menores que apaguen sus celulares.
También es clave cuidar y verificar el tipo de contenido que los niños observan en las redes sociales y en internet en general. No todo lo que está disponible es ideal para los infantes y sin una falta de control puede ser bastante peligroso. Al final no todo es bueno y no todo es malo.
Y en su caso como pediatra, ¿de qué manera utiliza las redes sociales?
Me pasó algo muy chistoso porque yo abrí TikTok para compartir información para padres de familia y al final me ha ido muy bien. Creo que es un espacio muy bueno que te permite llegar a miles de personas al instante. Yo apenas logré 100,000 seguidores y veo que la comunidad crece todos los días.
A partir de mis conocimientos en Nutrición Pediátrica me he enfocado en hacer videos sobre las mejores prácticas para lograr que los niños coman vitaminas y la importancia de la lactancia materna.
Y finalmente, ¿considera que la actualización médica es importante?
Sí, para mí es fundamental que un médico, sin importar la especialidad, siempre se mantenga actualizado con respecto a lo que ocurre dentro de su campo.
En la Medicina hay avances todos los días y nadie se puede quedar relegado porque el mayor afectado es el paciente. En Pediatría la certificación se debe hacer cada cinco años para demostrar que el especialista no se quedó con lo que vio en la escuela sino que ha continuado con su preparación y de esta manera puede enfrentar las dificultades de la especialidad.