Autoridades del Gobierno Central de Portugal a través de una publicación oficial en el Diario de la República, el boletín oficial del estado, reveló la entrada en vigor de la nueva Ley de Gestación Subrogada, un mecanismo de regulación que habilita la posibilidad de “alquilar” un vientre materno con la intención de llevar a cabo un proceso de gestación. Una medida que ha llamado la atención del resto de los países del continente europeo.
Con esto en mente y tomando como base la información depositada en un artículo publicado por la cadena de noticias del diario español ABC, el instrumento jurídico contempla una serie de casos en los que única y exclusivamente se podrá celebrar un embarazado subrogado, tales como:
- Ausencia del útero en el paciente;
- Lesiones severas; y,
- Enfermedades que hagan imposible la gestación.
De acuerdo con la legislación portuguesa, cada uno de los casos que deseen someterse al procedimiento de embarazo subrogado deben ser aprobados por los miembros del Consejo Nacional de Fecundación Asistida (CNPMA, por sus siglas en portugués), en un plazo no mayor a 70 días, luego de su solicitud.
Excepcional, gratuito y discriminatorio
En este contexto, la nueva ley portuguesa especifica que bajo ningún supuesto la gestación y/o embarazo subrogado podrá ser llevado a la práctica en caso de parejas consideradas lesbianas.
Asimismo, el decreto señala:
La mujer gestante no podrá recibir ningún pago económico, salvo los referidos a gastos médico, y tendrá acompañamiento psicológico tanto antes como después del parto. Por otra parte, su relación con el niño se circunscribe al mínimo indispensable, por los potenciales riesgos psicológicos y afectivos que esa relación comporta. Este procedimiento es posible únicamente debido a su condición excepcional y con un carácter meramente gratuito, en los casos de ausencia de útero y de lesión o enfermedad de este órgano que impida de forma absoluta y definitiva el embarazo de la mujer o en situaciones clínicas que lo justifiquen.
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