- Las ondas de calor son uno de los mayores problemas y están relacionados con la mayoría de las enfermedades más frecuentes del verano.
- De acuerdo con la Secretaría de Salud, durante junio se atendieron a 487 pacientes asociados a golpes de calor en el país.
- El inicio del verano trae consigo altas temperaturas en todo el territorio nacional.
La llegada del verano destaca por las altas temperaturas y aunque en general es una época agradable también existen algunas enfermedades que son más frecuentes en estas fechas. Por lo mismo, es importante conocer los problemas más comunes para determinar las mejores formas de protección y así evitar riesgos.
En ese sentido, la mitad de cada año trae consigo un periodo de descanso y con ello una variación en las actividades ordinarias. Durante esta temporada las escuelas permanecen cerradas y algunos casos las familias acostumbran salir de vacaciones.
“En esta temporada hay un aumento en ciertos padecimientos debido a una combinación de factores como altas temperaturas, proliferación de insectos, contaminación del agua, alimentos en mal estado o alergias estacionales. La mayoría de los malestares son resultado de las modificaciones que experimenta el cuerpo con nuevos hábitos, más tiempo al aire libre o viajes”, afirma Paulina Mejía, quien es Química Farmacéutica Bióloga de Kabla.
Las enfermedades y problemas de salud más frecuentes durante el verano
Quemaduras solares
Probablemente es el padecimiento más frecuente durante el verano debido a una mayor exposición solar. Si esto ocurre se enrojece la piel y en casos graves pueden producirse ulceraciones y ampollas. Una medida preventiva para evitar complicaciones es el uso de protector solar y cremas aftersun que contribuyen a restaurar la pérdida de hidratación en la piel.
Según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los menores de edad son los que corren más riesgos de quemaduras por el sol porque están expuestos dos o tres veces más que la población adulta. Aunado a ello, sólo el 10% de la población tiene el hábito de usar protector solar.
Deshidratación
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y la UNAM estiman que durante este año en el país se registrarán por lo menos cuatro ondas de calor y pueden durar de cinco días a una semana, dependiendo la temperatura máxima de la región.
Lo anterior conlleva a que se presenten casos de deshidratación. Cifras de la Secretaría de Salud (SSa) estiman que durante junio se atendieron a 487 pacientes asociados a golpes de calor, cuyos padecimientos son el incremento de la temperatura corporal, confusión o pérdida del conocimiento, vómito o problemas para respirar. Ante ello, se aconseja evitar la exposición prolongada al sol, principalmente durante el mediodía y por las tardes.
Gastroenteritis
Los malos hábitos de higiene, ingesta de alimentos y agua contaminada son otros factores de riesgo para enfermarse durante el verano. Datos del IMSS establecen que la gastroenteritis es un padecimiento muy frecuente, ya que al año se otorgan 1.4 millones de consultas, lo que la coloca como la tercera causa de atención médica.
Por lo anterior se recomienda durante esta temporada evitar la ingesta de alimentos en la calle, mantener los alimentos refrigerados o en lugares frescos, así como lavar frutas y verduras.
Alergias y picaduras
En esta temporada de verano hay un mayor número de insectos y es más probable que una persona sufra picaduras que pueden provocar inflamaciones en la mayoría de los casos o incluso vómitos, mareo y fiebre. La prevención más sencilla es utilizar repelentes de insectos o algún dispositivo que inhiba su presencia en espacios cerrados.
En algunos ambientes existe un mayor riesgo con las picaduras de insectos, debido a que se puede contraer enfermedades como el dengue, la malaria o fiebre amarilla, para lo cual es imprescindible acudir de manera inmediata a un centro médico a fin de recibir atención integral.
Enfermedades respiratorias
Estos padecimientos generalmente están relacionados con cambios bruscos de la temperatura, ya sea por el aire acondicionado en espacios cerrados, la ingesta de bebidas o productos muy fríos, así como variaciones en la temperatura ambiente, lo cual conlleva contraer un resfriado común o gripe.
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