La Enfermedad Inflamatoria Intestinal es un padecimiento autoinmune para el que no ha sido posible desarrollar una cura definitiva. Aunque gracias al avance de la ciencia sí es posible su control siempre y cuando exista una correcta adherencia al tratamiento.
En primer lugar, este padecimiento es el resultado de la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Las dos son patologías crónicas inflamatorias que afectan al revestimiento de los intestinos y con el tiempo pueden causar daños permanentes.
De acuerdo con las estadísticas recientes en América Latina la frecuencia de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal oscila entre 1 y 1.5 casos por cada 100 mil habitantes. Los más expuestos son los hombres y mujeres de entre 18 y 25 años y entre 60 y 75 años.
En medio de este panorama, más de la mitad de los pacientes tardan entre uno y tres años para acceder a un diagnóstico correcto. El motivo es porque no ponen atención a los primeros síntomas y porque las molestias se confunden con las ocasionadas por otras patologías.
¿Cuáles son los síntomas de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal?
- Diarrea.
- Sangrado por el recto.
- Fatiga.
- Dolor y cólicos abdominales.
- Presencia de sangre en las heces.
- Disminución del apetito.
- Náuseas o pérdida de peso involuntaria.
“El diagnóstico oportuno es indispensable para mejorar la calidad de vida de las personas. La Enfermedad Inflamatoria Intestinal presenta altas tasas de subdiagnóstico y aunque existen tratamientos avanzados para tratarla, muchos pacientes con un diagnóstico grave no acceden a ellos por falta de una valoración por parte de un especialista”, afirma Santiago Posada, Director de Asuntos Médicos y Regulatorios de Johnson & Johnson Innovative Medicine, México.
El principal desafío de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal es mejorar el diagnóstico temprano y preciso, así como aumentar la conciencia y comprensión del padecimiento tanto entre los profesionales de la salud como en la población en general.
¿Cuáles son los factores de riesgo de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal?
- Predisposición genética.
- Ciertos agentes ambientales.
- La flora intestinal.
- Alteraciones en la respuesta inmunitaria.
“Por el tipo de síntomas, da mucho pudor platicarlo y correr la voz de esta enfermedad. Uno de los problemas más importantes que enfrentamos quienes vivimos con Enfermedad Inflamatoria Intestinal es el impacto psicológico y emocional ante las incomodidades de su sintomatología como diarrea, sangrados al evacuar, fuertes dolores abdominales lo cual genera inseguridad y cierto rechazo social”, explica Beatriz Capdevielle, Presidenta de la Fundación Vivir con Crohn y CUCI.
¿Cómo se diagnostica la Enfermedad Inflamatoria Intestinal?
El diagnóstico es fundamental para identificar no solo las zonas del intestino que están inflamadas, sino también para conocer la gravedad de las lesiones, ya que esto permite iniciar el tratamiento más adecuado de manera individualizada y debe ser realizarlo por un gastroenterólogo.
Las pruebas incluyen examen físico, análisis de sangre y de heces y una endoscopía, entre otros. La colonoscopia también es la técnica necesaria para establecer el diagnóstico de esta enfermedad ya que permite visualizar de manera directa la mucosa intestinal (capa más interna del intestino) y realizar una biopsia 6.
Una enfermedad sin cura pero controlable
Si bien no existe una cura sí se puede controlar y lograr su remisión. Se recomienda contar con un tratamiento y seguimiento multidisciplinario realizado por un médico gastroenterólogo, coloproctólogo, nutricionista, enfermería y psicología para obtener mejores resultados, entre ellos favorecer la remisión, mejorar la calidad de vida y evitar complicaciones, como las fístulas.
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