La resistencia a los antibióticos es, sin lugar a dudas, la principal amenaza a la medicina moderna. Conforme las bacterias se vuelven más tolerantes a estos fármacos, es también más difícil tratar una variedad de infecciones. Pero una nueva investigación revela que los patógenos ni siquiera deben mejorar sus sistemas de defensa para burlar a los fármacos. Basta con volverse “zombies”.
El hallazgo fue liderado por la Universidad de Amsterdam. Leendert Hamoen, autor principal de la investigación, aseguró que estudió a un grupo de bacterias Bacillus subtilis. En su documento, publicado en Nature Communications, el equipo afirma que los patógenos tienen 2 estados. Activo, cuando las condiciones son propicias. Hibernación, cuando el ambiente se vuelve hostil por baja cantidad de nutrientes o la presencia de antibióticos. Pero ellos encontraron un tercero.
Mostramos que estas bacterias hambrientas no están hibernando. De hecho, crecen y se reproducen. Vimos claras diferencias entre el estado activo, el latente y este nuevo. Normalmente, el Bacillus tiene la forma de un palo. Pero observamos que, ante la falta de nutrientes, el organismo se encogió hasta quedar casi esférico. Todos los procesos normales presentaron alteraciones. Pero no se detuvieron por completo, como se acostumbra ver en otras ocasiones.
Bacterias zombie resistentes a antibióticos
Hamoen señala que, en el estado latente tradicional, las bacterias crean una barrera protectora. Las endoesporas requieren de muchísima energía para formarse. A veces, el microorganismo no puede recuperar su estado original ni siquiera cuando el ambiente mejora. Pero los investigadores notaron que las células pueden salir de este nuevo estado zombie con mayor facilidad.
Además, al formar endoesporas, las bacterias desactivan por completo sus procesos naturales. Es decir, no pueden reproducirse ni seguir creciendo. En el estado zombie, los investigadores notaron que estos sistemas de desarrollo continuaron funcionando, aunque a una fracción de su velocidad. Los investigadores teorizan que este estado podría usarse para escapar de un tratamiento antibiótico. Cuando se suspende la terapia, los patógenos continúan con la infección.
Sin embargo, los Bacillus observados no tenían ni propiedades patógenas ni la habilidad de formar endoesporas. Hamoen señala que todavía debe determinarse si otras bacterias pueden acceder a este estado zombie. El experto y su equipo creen que, si el truco está presente en otros microorganismos, se abrirían nuevas puertas para combatir la resistencia a los antibióticos.