México atraviesa por una preocupante crisis de seguridad. Tan sólo las cifras oficiales destacan que durante la primera mitad de 2019 se produjeron 17 mil 608 víctimas de homicidios en el país. Con esto, se alcanzó un nuevo récord al ser el semestre más violento en los últimos 22 años de nuestro país.
A su vez, dentro del gremio de la salud también se ha reportado un preocupante aumento de casos. No existe una semana en la que no ocurran casos de agresiones, secuestros y asesinatos de profesionales de la salud. El ejemplo más notorio es que durante los últimos 7 días se produjeron tres atentados de consecuencias mortales.
En primera instancia, el 17 de julio fue asesinado el Dr. Ezequiel Martínez, urólogo del Centro Médico de Occidente (CMO). El especialista iba en su automóvil con rumbo a su lugar de trabajo en Guadalajara cuando fue alcanzado por un motociclista que le disparó directo al rostro en dos ocasiones. Hasta el momento se desconoce el motivo de la agresión.
Por su parte, el 18 de julio en Guerrero se registró el intento de asesinato de Martín Fernando Ruiz Brito, jefe de Servicios de Afiliación y Cobranza de la Delegación Estatal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). El suceso se registró justamente afuera de sus instalaciones de trabajo. Después de un par de días en terapia intensiva, el instituto confirmó el fallecimiento del funcionario.
Finalmente, este domingo se reportó el asesinato del Dr. Jesús Héctor Carlos Granados en las calles de Guanajuato. El especialista trabajaba en el Hospital Regional No. 58 de León y fue víctima de un asalto, pero al oponerse, los agresores le dispararon.
Con todas estas muestras que han ocurrido en tan poco tiempo, el gremio de la salud ha mostrado su indignación. Mientras que en un caso se trató de un robo, los otros dos fueron ataques directos. Por eso es que los profesionales de la salud exigen que existan investigaciones reales que lleven con los agresores.