Para cualquier nación, el desarrollo de infraestructura médica y de salud resulta necesario y obligatorio, pues se trata de servicios que todo ciudadano requiera. Por si fuera poco, no sólo se trata de curar enfermedades, sino también de prevenirlas de acuerdo con el nuevo modelo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), implementado en mayo de 2017.
En ese sentido, uno de los mayores problemas que enfrenta nuestro país tiene que ver con los largos procesos de planeación y construcción que existen detrás de un hospital. Por si fuera poco, una vez concluidos ambos pasos, se requiere de dotar con el equipo suficiente y el personal necesario al nosocomio.
Lo anterior tiene como sustento lo denunciado por médicos del Hospital General No. 450 ubicado en la capital de Durango, el cual originalmente se anunció que costaría 313 millones de pesos, pero debido a que la obra se postergó por cerca de una década, finalmente se requirieron de 450 millones de pesos y fue inaugurado en el 2014.
Sin embargo, debido a esta variación de presupuestos, las autoridades argumentaron no contar con el suficiente capital, por lo que el cuarto piso de la unidad nunca fue equipado y a la fecha continúa siendo una zona desaprovechada del hospital, siendo los afectados tanto los médicos como los pacientes.
Al respecto, uno de los médicos de la unidad aseguró que la moderna fachada del inmueble contrasta con su interior porque mientras que un hospital general debería de contar con las especialidades troncales de ginecología, medicina interna, pediatría y cirugía, ellos se encuentran incompletos por la falta de áreas de ginecología y pediatría que estarían ubicadas en el último piso.
Por lo pronto, se trata de un caso en específico, pero durante los últimos meses han sido varias las unidades de salud que han denunciado no contar con el equipo ni los medicamentos necesarios para atender a los pacientes.