Como sabes, desde hace algunos años, la hipertensión arterial ha sido denominada como ‘el asesino silencioso‘ debido a que en la mayoría de los casos no produce ningún síntoma grave hasta que ya es muy tarde.
En México, de acuerdo a cifras dadas por el Instituto de Servicio de Salud del Estado de Aguascalientes, tres de cada diez personas mayores de 20 años se ve afectado por este padecimiento.
Esta afección se puede clasificar en hipertensión arterial primaria, la cual es causada por la interacción de factores como la herencia y es la causa más frecuente presentándose en nueve de cada diez enfermos y la secundaria que se identifica con alteraciones en la función renal, obstrucción de las arterias de los riñones, trastornos glandulares, en nivel de las glándulas suprarrenales que están situadas en la parte superior de los riñones y alteraciones en la función de la glándula tiroides.
Es un problema serio, pero si se siguen las indicaciones que el médico señale y se toman los medicamentos correctamente, las complicaciones de la hipertensión disminuyen en gran medida y el paciente puede llevar una vida cercana a lo normal, indicó Jairo Marentes Betanzos, coordinador estatal del programa de salud del adulto.
Hace unas semanas, el Instituto Mexicano el Seguro Social (IMSS) reveló que esta enfermedad crónica degenerativa cardiovascular registra 7 millones de casos y provoca más de 50 mil muertes al año.
Desafortunadamente a pesar de los avances en el campo médico, el país registra la prevalencia más alta de hipertensión arterial en todo el mundo, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición.
Aunado a este tema, hace poco se lanzó al mercado Qardio Arm, un dispositivo que permite a los pacientes medir su presión arterial y frecuencia cardíaca. Según una investigación realizada de forma conjunta por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) se trata del primer dispositivo que cumple todos los protocolos internacionales de validación.
QardioArm es un sistema de medición no invasivo concebido para medir de forma automática la presión arterial sistólica y diastólica de un adulto, así como la frecuencia cardíaca. Estas tecnologías, repercuten tanto en el paciente como en las intervenciones por parte del personal sanitario, afirmó Victoria Mazoteras, investigadora de la UCM y una de las autoras del estudio.