El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) adjudicó a la empresa Vensi Ventajas en Servicios Integrales uno de los contratos de más largo plazo de su historia.
El 5 de enero pasado el instituto estableció un convenio con esta empresa para proveer y administrar 650 camas de cuidados intensivos hasta el cierre del año 2024.
Vensi Ventajas en Servicios Integrales será la responsable de instalarlas en 44 hospitales, además de ponerlas en operación, darles mantenimiento, cambiar los colchones, capacitar al personal para su uso y, finalmente, donarlas al Instituto si es que aún funcionan al concluir el convenio.
Por este servicio, el proveedor cobrará 217 millones de pesos en el lapso que se mantenga vigente el documento.
Antes de adjudicar este contrato, 13 empresas hicieron preguntas en la junta de aclaraciones del concurso, aunque sólo tres presentaron sus ofertas; algunas cuestionaron insistentemente acerca de los requisitos técnicos de las camas, ya que se excluyó a aquellas que tuvieran menos de cinco años en el mercado nacional, lo que fue considerado por algunas de las interesadas como una forma de favorecer a ciertas marcas.
Al respecto, Sterile Health acusó al IMSS de exigir dos requisitos ajenos a los previstos por el Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud (Cenetec), entidad que determina el Plan Maestro de Equipamiento para el Sector Salud: una alarma audible de salida del paciente de la cama, y un sensor para detectar si pierde peso, características que cubre el modelo distribuido por Vensi, el Linet, que es de origen estadounidense.
Sterile Health fue enfática al señalar que dichos requisitos “resultan en una descripción de bases que generan un requerimiento que sólo pueden cubrir determinada marca y proveedor”.
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