El Servicio Nacional de Salud (NHS) británico es uno de los sistemas con mayor importancia a nivel mundial, cuyos empelados ven congelado su salario desde el 2010, por lo que exigen un aumento del 3.9 por ciento y la aprobación de una compensación para ajustar las reducciones de los últimos años.
Los sindicatos que representan a los trabajadores del NHS argumentan que durante los últimos años hubo una reducción salarial del 15 por ciento. Mientras que el servicio policíaco recibió un aumento del 1.7 por ciento, ignorando que el sector salud también requiere del incremento salarial para más de un millón de empleados que lo conforman.
El costo por el aumento, que promueve el sindicato para ser aplicado en todo el Reino Unido, asciende al equivalente de 2 mil 500 millones de euros. Además, se mencionó que es importante que las autoridades gubernamentales asignen el presupuesto requerido y no lo obtengan del mismo Sistema Nacional de Salud.
Ante las exigencias de los empleados del sector salud británico, un portavoz del gobierno declaró que “los trabajadores del sector público, incluido el personal del NHS, hacen un trabajo fantástico, y el gobierno está comprometido a garantizar que puedan continuar prestando los servicios públicos de clase mundial”. Además, anunció que el gobierno aplicará medidas para asegurarse que el presupuesto sea justo para todos los sectores.
El aumento salarial será discutido durante los próximos días para llegar a un acuerdo frente a los órganos oficiales para poner en marcha el ajuste presupuestal y determinar la aprobación del aumento sugerido por el sindicato del NHS.