La última crisis de ébola en la República Democrática del Congo ha sido, cuando menos, caótica. No solo las autoridades internacionales han afirmado que el brote no está cerca de ser controlado. Además, se han hecho múltiples acusaciones sobre un presunto desvío de recursos en la zona. Esta semana, nuevos acontecimientos vuelven a poner en duda el operativo de respuesta.
El periódico The Guardian reportó la prevalencia de tráfico sexual en el Congo. Citando a varias Organizaciones No Gubernamentales (ONGs), apuntó que a algunas mujeres se les piden favores sexuales a cambio de tratamiento contra el ébola. Además, las autoridades sanitarias han reportado nuevas cifras de muertos. Solo los fallecimientos infantiles casi alcanzan el centenar.
97 víctimas infantiles en el Congo
El fin de semana, el Ministerio de Salud del Congo publicó la actualización de cifras sobre el brote. Desde el pasado 1 de agosto, se han registrado 806 casos de ébola en el Congo. De ellos, 745 están confirmados, con otros 61 probables. El total de muertes ya ascendió a 505. Heather Kerr, directora regional de Save The Children, aseguró que 97 de estos fallecimiento han sido de niños.
Nos encontramos en una encrucijada. Si no tomamos pasos urgentes para contener este brote, la emergencia en el Congo podría durar otros 6 meses. Incluso podría extenderse un año más. Es crucial convencer a las comunidades de que el ébola es una preocupación real y urgente. Hemos visto la interrupción de funerales porque no creen que sus familiares sucumbieron al virus. Incluso han llegado a amenazar a trabajadores de apoyo, pues creen que ellos propagan el patógeno.
Vacuna a cambio de sexo
Por otro lado, mujeres en el Congo han denunciado que trabajadores sanitarios les han obligado a acostarse con ellos a cambio de colocarles la vacuna experimental. De acuerdo con ONGs nacionales, la violencia de género siempre ha sido una preocupación en la región. Sin embargo, han llamado a la OMS para mejorar su control en la zona para evitar esta explotación sexual.
Las ONGs también denunciaron otras formas de violencia de género en el Congo. Afirman que las mujeres han sido acusadas de la expansión del brote de ébola. Por lo general, esta población es la que se encarga de cuidar a los enfermos y asegurar que los niños no se contagien. Así, muchas veces se les reprocha por fallar a sus tareas e incluso expandir el virus.