A principios de octubre, St. Jude Medical Inc., el fabricante de dispositivos médicos cardiacos más grande de Estados Unidos, emitió una alerta para los galenos y unos 350 mil pacientes implantados alrededor del mundo, ya que algunos de sus productos (para terapia de resincronización cardíaca y desfibriladores automáticos implantables) corren riesgo de agotarse prematuramente por defecto en su batería.
En su momento, la empresa señaló que esta afectación se presentaba en un subgrupo específico: Fortify, Quadra y Unify, pero ahora pidió a los médicos dejar de implantar uno de sus marcapasos cardiacos sin plomo, Nanostim (LCP), debido a mal funcionamiento de la batería.
St. Jude Medical Inc. advirtió que, de un total de mil 423 dispositivos Nanostim implantados en todo el mundo, la mayoría, mil 397, permanecen en servicio pero representan un riesgo potencial para los pacientes, si bien hasta el momento no se han presentado informes de lesiones:
Actualmente estamos trabajando para asegurar que nuestros socios médicos en todo el mundo tengan la información que necesitan para gestionar con eficacia a sus pacientes.
La empresa, que está siendo adquirida por Laboratorios Abbott, pidió a los médicos no implantar marcapasos Nanostim que pudieran tener en stock y devolvérselos. Asimismo, recomendó la sustitución del dispositivo, dando prioridad a los pacientes con implantes de duración más larga.
Esta advertencia a los galenos se emite luego de que la estadounidense recibiera siete informes de problemas con el mencionado dispositivo médico cardiaco. Las afectaciones se produjeron entre 29 y 37 meses después de haberse realizado los implantes en los pacientes, tres de los cuales recibieron dispositivos más tradicionales y, un par, reemplazos, mientras los restantes se encuentran en espera de estos.
La compañía informó que analizarán los marcapasos cardíacos sin plomo devueltos.
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