A principios del año, la Secretaría de Salud federal (SSa) afirmó que la depresión post-parto es particularmente común en México. Estimó que hasta una de cada diez madres sufren de este trastorno mental en el país, que se triplica cuando se trata de mujeres que tienen un bebé por primera vez. Aunque la dependencia apuntó que es provocada por cambios hormonales, nuevas responsabilidades y otros padecimientos físicos, hay otros factores que parecen entrar en juego.
Un estudio liderado por la Universidad de Kent y publicado en la revista Social Science & Medicine apunta que la depresión post-parto es más común en mujeres que acaban de dar a luz a bebés varones. Sarah Johns, coautora de la investigación y académica de la Escuela de Antropología y Conservación de la institución, apuntó que el riesgo es hasta 79 por ciento más alto.
Se obtuvieron los resultados tras analizar los datos de 296 mujeres. El estudio no solo encontró que los hijos varones están relacionados a la este tipo de depresión. También descubrió que las complicaciones durante el parto incrementan en 174 por ciento la probabilidad de desarrollar este tipo de trastorno mental, en comparación con otras pacientes.
La depresión post-parto es una condición prevenible y se ha demostrado que dar más apoyo y soporte a las mujeres en riesgo puede ayudar a evitar su incidencia. El descubrimiento que tener un bebé varón o que las complicaciones durante el nacimiento pueden incrementar el riesgo de las pacientes, le da a los profesionales de la salud dos nuevas y fáciles formas de identificar a quienes podrían beneficiarse de un seguimiento más cercano en las primeras semanas o meses.
De acuerdo con Johns, se decidió realizar este análisis por la relación entre la depresión post-parto y la inflamación provocada por el sistema inmune. Tanto dar a luz a bebés varones como las complicaciones durante el parto están asociados a una inflamación más significativa en las pacientes, pero hasta el momento no se había examinado la relación directa entre estos dos eventos y la tasa de frecuencia con la que aparece este trastorno mental.