Los esquemas de trabajo ya no se limitan tener un equipo laborando en un espacio determinado. El home office, las actividades remotas y el outsourcing han cambiado incluso el sector salud. Para los laboratorios clínicos y de investigación, éste último esquema puede ser particularmente benéfico. Sin embargo, se deben considerar con cuidado 3 elementos antes de implementarlo:
¿Cuáles son los números de tu laboratorio?
El outsourcing generalmente tiene sentido cuando se cumple alguna de 3 condiciones. Primero, está el dinero. Tal vez quieras ofrecer un servicio, pero cueste mucho entrenar al personal y adquirir el equipo. Analiza si es más barato contratar a un tercero para que lleve el proceso.
También es conveniente observar el volumen de operaciones. No tiene caso que un laboratorio realice por sí mismo un servicio que se presta una vez cada mil años. Es preferible que lo lleve a cabo un negocio externo, que tal vez tiene más experiencia y habilidad en el proceso.
Finalmente, están las tareas administrativas. Tu laboratorio requiere ayuda en actividades de limpieza, mantenimiento e incluso servicios alimenticios. Una opción es gestionar a estos empleados como parte de tu nómina. Pero con un esquema de outsourcing puedes evitar dolores de cabeza.
Encuentra socios confiables
Particularmente si usarás outsourcing para procesos dentro de tu laboratorio, debes verificar estándares. Antes de firmar algún contrato con terceros, examina bien que su trabajo cumpla con tus propias exigencias de calidad. Por ejemplo, puedes solicitar que envíen algunas muestras como prueba de su capacidad. Compara los productos de varios negocios antes de decidir.
También deberías considerar los tiempos de entrega. Es posible que un servicio de outsourcing tenga una calidad impecable. Sin embargo, no servirá de nada si sus procesos de producción no pueden cumplir tus fechas de entrega. No crees problemas adicionales para tu organización.
Considera tus objetivos de producción
La decisión de emplear o no el outsourcing debe ser consistente con las prioridades de cada laboratorio. En tareas de investigación, los académicos tienden a necesitar acceso inmediato a sus muestras. Tercerizar procesos cruciales puede no ser una gran idea en este contexto.
Asimismo es importante recordar que el outsourcing no es algo exclusivo. Para cada muestra y tarea se puede contratar a un proveedor distinto. Pero también considera que si se otorgan los servicios con un solo socio, no se tiene que lidiar con múltiples agentes a la vez.