- Más de tres cuartas partes de las muertes relacionadas con cardiopatías y accidentes cerebrovasculares ocurren en países de ingresos medianos y bajos.
- La fibrilación auricular es la más común, llegando a padecerla hasta un 2% de la población mundial.
- La electrofisiología se encarga de estudiar los procesos eléctricos que transcurren en el corazón, generalmente relacionados con trastornos arrítmicos como palpitaciones, bradicardias o taquicardias.
Desde marzo del 2020, la atención se volcó a una enfermedad que llegó de sorpresa al mundo: la COVID-19. Por un momento se dejó de lado otros males de salud graves y que, desde hace años, se han constituido como un problema de salud pública de nivel global: los padecimientos cardíacos que mantienen altas tasas de mortalidad en todo el planeta.
Por desgracia, nuestro país es uno de los más propensos a sufrir enfermedades cardiacas. Según el INEGI, durante enero a junio del año pasado, las defunciones por problemas cardiovasculares ocuparon el segundo puesto, alcanzando un total de 113,899, y sólo superado por la COVID-19, que en aquel entonces llegó a 145,159 fallecimientos. El tercer puesto fue para una enfermedad que está muy relacionada con los problemas del corazón, la diabetes mellitus, que registró 74,418 decesos.
Además de que, en el mundo, cada año mueren más personas por enfermedades cardiovasculares que por cualquier otra causa. Geográficamente, más de tres cuartas partes de las muertes relacionadas con cardiopatías y accidentes cerebrovasculares ocurren en países de ingresos medianos y bajos, todo esto de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El papel de la Cardiología en la actualidad
Al respecto, Edurne Sandoval, quien es gerente médico de Johnson & Johnson MedTech México, afirma que entre las tres enfermedades más mortíferas que hay, dos tienen que ver con disfunciones en el corazón. Por ello, el trabajo de la cardiología como rama no sólo de tratamiento sino de prevención de la salud es esencial.
Tanto en México como en el mundo, las arritmias cardiacas, un tipo de afección cardiovascular que causa un latido irregular del corazón, es uno de los padecimientos más frecuentes y, entre ellos, la fibrilación auricular es la más común, llegando a padecerla hasta un 2% de la población total. Se calcula que afecta a alrededor de 40 millones de personas en todo el mundo.
El mayor problema de esta afección reside en que es asintomática y silenciosa. Entonces, al no ser tratada ni diagnosticada de manera oportuna, la fibrilación auricular es un peligroso factor de riesgo para otras enfermedades más letales como el accidente cerebrovascular isquémico. Además provoca una importante carga económica junto con una morbilidad y mortalidad significativas. De aquí surge la imperiosa necesidad de poder anticiparse a estos padecimientos.
Continuando con la prevención, relacionada con la cardiología, hay una especialidad aún poco conocida, pero que ofrece una alternativa para elevar la atención oportuna de enfermedades relacionadas con el ritmo del corazón a corto, mediano y largo plazo, y es la electrofisiología.
¿En qué consiste?
Es la encargada de estudiar los procesos eléctricos que transcurren en el corazón, generalmente relacionados con trastornos arrítmicos como palpitaciones, bradicardias o taquicardias. Esta especialidad se encuentra altamente relacionada con la tecnología porque, para empezar, las pulsaciones eléctricas en el corazón son invisibles y solo se pueden deducir a través de diversas señales.
Por fortuna, en tiempos recientes ha mejorado la capacidad de localizar zonas del corazón donde hay alteraciones, permitiendo a los médicos actuar a tiempo sobre ellas y tratar mejor las arritmias, con procesos más seguros y menos invasivos como ablaciones.
Entre los procedimientos llevados a cabo dentro del campo de la electrofisiología se encuentran los marcapasos y el seguimiento a través del uso de dispositivos, como son los desfibriladores, cuya misión es detectar un ritmo cardiaco anómalo y revertirlo automáticamente, especialmente en casos de arritmias rápidas, que resultan peligrosas y pueden llevar a la muerte.
Dentro de ese tipo de implantes se encuentran los de resincronización cardiaca, indicados para los pacientes a los que el corazón no les bombea correctamente.
En términos de salud preventiva y tratamientos, existe un continuo avance potenciado por tecnología con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas, por ejemplo, el estudio electrofisiológico, procedimiento quirúrgico de mínima invasión que se realiza mediante cateterismo y que se puede emplear para tratar todo tipo de arritmias cardiacas.
El estudio consiste en una técnica que consigue una exploración avanzada de la actividad cardiaca. Se introduce un catéter por la vena femoral dirigida hacia el corazón. Una vez dentro, se observa el origen de la taquicardia y, seguidamente, se realiza la ablación de ese punto para que no vuelva a reproducirse.
¿Cuándo utilizamos este estudio? Se recomienda el estudio de electrofisiología para personas adultas sin límite de edad con padecimientos como Fibrilación Auricular, que es la arritmia cardiaca con mayor presencia en la población y causante de problemas que no respondieron favorablemente a los medicamentos antiarrítmicos. La mayor parte de los pacientes intervenidos con este tratamiento ya no necesitan seguir con los fármacos antiarrítmicos, y los resultados son permanentes.
De igual manera puede aplicarse a personas con otras alteraciones menos frecuentes. Como el flutter auricular, las taquicardias paroxísticas y los síndromes de preexcitación, que son arritmias que se desarrollan en diferentes partes del corazón.
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