En la actualidad es muy común ver a la mayoría de los jóvenes y adolescentes vivir pegados a su celular todo el día y aunque se pensaba que lo único negativo que podía causar era el aislamiento social, recientemente se comprobó que la reacción en la química cerebral que puede aparecer cuando una persona deja de utilizar su móvil se asemeja a la provocada por una adicción.
Un equipo de investigadores surcoreanos, dirigidos por el Dr. Hyung Suk Seo de la Universidad de Corea en Séul, descubrió al evaluar a 19 jóvenes que los que usaban sus celulares y navegaban en Internet de forma compulsiva tendían a tener una mayor actividad de neurotransmisores en la corteza cingualada anterior, una región vinculada con los sistemas de conducta de recompensa, control de la inhibición y regulación del estado de ánimo.
De tal manera que la adicción a los smartphones podría compararse con otras formas de adicción conductual, como la adicción a las sustancias nocivas, los juegos de azar o la pornografía.
Es bien sabido que esa región en particular está implicada en la adicción, basándose en la modulación de esos tipos de conductas, informó el Dr. Christpher Whitlow, profesor asociado de radiología en el Centro de Adicción y Abuso de las Sustancias Wake Forest en Winston-Salem, en Carolina del Norte.
Los especialistas recomiendan que el tratamiento ideal para una adicción conductual son terapias grupales con atención psicológica y psiquiátra, porque aunque no se le tome mucha importancia, es un problema serio.
Un estudio realizado en México reveló que 9 de cada 10 siempre llevan consigo su dispositivo móvil. El 30 por ciento lo utiliza para buscar información, el 45 por ciento para revisar sus mails y redes sociales, mientras que un 10 por ciento usa su smartphone como despertador y un 15 por ciento para sólo tomar fotos.