Sabemos que la alimentación equilibrada es uno de los componentes importantes para contribuir con un óptimo funcionamiento de los órganos de nuestro cuerpo. Pero, para ello se necesita que las enzimas descompongan los nutrientes de los alimentos, para así, asimilarlos más fácilmente. Por tanto, cuando se presenta el trastorno metabólico, se impide el proceso natural, causando retraso en el desarrollo y enfermedades incapacitantes
Sobre todo, porque este síndrome puede ser hereditario o estar asociado a otras patologías; como problemas de hígado o páncreas; que disminuyen la capacidad para descomponer los alimentos. Ya sea, por acumulación, disminución o nula producción de enzimas, alterando la entrada de energía que el cuerpo necesita para funcionar. De ahí, que aparezcan síntomas como fatiga crónica, pérdida de peso, falta de apetito y poca concentración, desmejorando la forma de vida.1
El trastorno metabólico frena la energía
De hecho, el cuerpo necesita que se lleven a cabo reacciones químicas sobre los alimentos para obtener combustible por medio de los azucares y los ácidos. Es así, que cuando se hace un proceso anormal; en el catabolismo de aminoácidos o se presentan enfermedades mitocondriales que afectan las células productoras de energía; puede darle paso a cardiopatías, accidentes cardiovasculares y diabetes tipo II.1
Sobre todo, porque ante estas anomalías, la presión arterial tiene tendencia a estar por encima de los limites normales. De igual manera, se alteran los niveles de azúcar, colesterol y triglicéridos en la sangre, convirtiéndose en factores que amenazan la salud. Asimismo, el sobrepeso, la obesidad y el sedentarismo, se postulan entre los causantes directos, que hacen que el trastorno metabólico pueda llegar a generar discapacidad física y mental.1
Factores de riesgo
Como vemos el trastorno metabólico puede presentarse debido a la genética, pero también se puede adquirir por diversas causas como el sobrepeso o la resistencia a la insulina. De ahí, que envejecer, ser hispano, tener obesidad abdominal, haber sufrido diabetes gestacional o sufrir de hígado graso no alcohólico, pueden convertirse en desencadenantes que lleven a alterar el proceso enzimático de nuestro cuerpo.2
Por esto, el tratamiento más adecuado para paliar los síntomas del síndrome metabólico, se direcciona a combatir las enfermedades subyacentes; colesterol alto, problemas de azúcar y triglicéridos fuera de rango normal; con medicamentos y hábitos saludables.
De ahí, que, mantener un peso dentro de los parámetros normales, alejarse de la comida poco sana y realizar actividad física frecuentemente, siempre tendrá grandes beneficios para la salud y el bienestar del ser humano.2
Además, los problemas relacionados con el metabolismo de los alimentos deben ser tratados con prontitud, Especialmente, porque entre las complicaciones más recurrentes se encuentra, la resistencia a la insulina, las enfermedades del corazón y los problemas circulatorios. Generados por el aumento en los niveles de azúcar, el taponamiento vascular y el endurecimiento de las venas.
De esta manera, podemos notar que el trastorno metabólico impide que los nutrientes que el organismo necesita lleguen en forma correcta a las células. Por lo tanto, evitar los factores de riesgo, buscar la orientación médica y seguir las recomendaciones de salud, se convierte en una estrategia muy aceptada para corregir esta anomalía y poder vivir muchos años más con bienestar.
Referencias:
1.Bello Rodríguez Berta, Sánchez Cruz Gilberto, Ferreira Pinto Alberto Campos, Báez Pérez Esther G, Fernández Morín José, Achiong Estupiñán Fernando. Síndrome Metabólico: un problema de salud con múltiples definiciones. Rev. Med. Electrón. [Internet]. 2012 abr [citado 2021 Jun 29]; 34(2): 199-213. Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1684-18242012000200009&lng=es.
- González Suárez Roberto M., Perich Amador Pedro, Arranz Calzado Celeste. Trastornos metabólicos asociados con la evolución hacia la diabetes mellitus tipo 2 en una población en riesgo. Rev. Cubana Endocrinol [Internet]. 2010 ago. [citado 2021 Jun 29]; 21(2): 110-125. Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1561-29532010000200001&lng=es.