Como bien sabes, el Síndrome del Ovario Poliquístico (SOP) es una enfermedad en la que una mujer tiene un desequilibrio en las hormonas sexuales femeninas, lo cual puede provocar cambios en el ciclo menstrual, quistes en los ovarios e infertilidad.
Recientemente un estudio realizado en la Escuela de Medicina de la Universidad de California en San Diego, dio a conocer que las mujeres con este padecimiento tienden a presentar menor variedad de bacterias intestinales que las mujeres sin la enfermedad.
El trabajo examinó la microbiota en mujeres afectadas por este trastorno crónico que comporta un mayor riesgo de desarrollar problemas metabólicos como diabetes, dificultades reproductivas como infertilidad y problemas psicológicos, como ansiedad y depresión.
Al igual que otros trastornos metabólicos, el Síndrome de Ovario Poliquístico se asocia con cambios en la composición del microbioma”, afirmó la autora principal del estudio, Varykina Thackray.
Los resultados arrojaron que las bacterias intestinales difieren en las personas con patologías metabólicas como la obesidad y la diabetes en comparación con las personas que no tienen esos trastornos.
Los especialistas estudiaron las muestras fecales de 73 mujeres diagnosticadas con SOP, las cuales fueron reclutadas en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Poznan, Polonia. Sus muestras se compararon con las de 48 mujeres sin el padecimiento y 42 mujeres que tenían ovarios poliquísticos diagnosticados mediante ecografía, pero que carecían de otras características del padecimiento.
El análisis encontró que las mujeres que padecían la enfermedad poseían menos diversidad bacteriana de los tres grupos de mujeres estudiadas. Las que carecían de la enfermedad tenían la microbiota intestinal más diversa y quienes presentaban características de ovarios poliquísticos diagnosticados con ultrasonido tendían a contener bacterias intestinales más diversas que las mujeres con SOP, pero menos diversidad que las mujeres sin esta afección.
Nuestros hallazgos sugieren que la testosterona y otras hormonas andrógenas pueden ayudar a dar forma al microbioma intestinal. Estos cambios pueden influir en el desarrollo de Síndrome de Ovario Poliquístico y el impacto que tiene en la calidad de vida de las mujeres. Se necesita investigación adicional para determinar si las especies bacterianas intestinales específicas contribuyen al desarrollo de SOP y si el microbioma ofrece posibles vías para tratar la enfermedad.
Según cifras de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables en México entre 6 y 10 por ciento de las mujeres en edad reproductiva padecen Síndrome de Ovario Poliquístico.