El número de niños con asma se ha duplicado en los últimos 20 años y detrás de éste fenómeno hay varias causas, como la contaminación, el exceso de higiene, el abuso de los antibióticos y el estilo de vida sedentario. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se calcula que en la actualidad hay 7.1 millones de menores con asma.
Un análisis de datos realizado por la Facultad de Medicina de Johns Hopkins en el que se examinaron los datos de 8 millones de jóvenes, de 5 a 20 años de edad, en 34 estados de EE.UU. reveló que los niños que inhalan partículas gruesas como el polvo, la arena o incluso las emisiones de la goma de las llantas, tienen más probabilidades de desarrollar un asma grave.
Quizá se deba pensar en la regulación y la monitorización de esta parte de la contaminación atmosférica, planteó la primera autora del estudio, la Dra. Corinne Keet, profesora asociada de pediatría en la facultad de medicina.
Los investigadores midieron la cantidad de partículas gruesas en el aire y por cada aumento de microgramo/metrocúbico de materia particulada, el riesgo de asma aumento en un 0.6 por ciento, más en los niños menores de 11 años.
Por otra parte Gabriel Rabinovich, científico del Consejo Nacional de Investigadores Científicos y Técnicos (Conicet) descubrió la función de la proteína Galectina -1 en el sistema inmune, la cual podría desarrollar métodos de diagnóstico y tratamiento para diversas enfermedades.
Cuando la proteína está desactivada puede puede aumentar la severidad del asma e impedir que el sistema inmune ataque a los tumores. En algunas enfermedades autoinmunes es importante estimular la síntesis de la Galectina-1 ya que ayuda a eliminar los linfocitos que causan la patología, reveló Rabinovich.