En muchas comunidades rurales de México, las parteras desempeñan un papel fundamental en la atención de la salud materna y neonatal. Su labor no solo es esencial desde el punto de vista médico, sino que también refleja un profundo conocimiento cultural y una conexión con las tradiciones ancestrales.
¿Quiénes son las parteras?
Las parteras tradicionales son mujeres con experiencia en la atención del embarazo, parto y posparto. Su conocimiento se transmite de generación en generación, y muchas han sido capacitadas tanto de manera empírica como a través de programas de salud impulsados por instituciones gubernamentales y organizaciones no gubernamentales.
En regiones rurales donde el acceso a los servicios de salud es limitado, las parteras suelen ser la primera y, en muchos casos, la única opción para las mujeres embarazadas. Su cercanía a la comunidad y su conocimiento del entorno las convierten en figuras de confianza.
Su labor en la comunidad
- Atención al parto: Las parteras asisten partos en los hogares, proporcionando apoyo emocional y físico a las madres. Utilizan prácticas tradicionales que respetan las creencias locales y promueven un parto natural y respetuoso.
- Educación y prevención: Muchas parteras ofrecen orientación sobre la planificación familiar, la nutrición durante el embarazo y la lactancia materna. También identifican señales de riesgo que requieren atención médica.
- Promotoras de salud: Actúan como un puente entre las comunidades y los servicios de salud formales. En casos complejos, refieren a las embarazadas a hospitales o centros médicos cercanos.
Desafíos y reconocimiento a las parteras
A pesar de su importancia, las parteras enfrentan desafíos como la falta de reconocimiento oficial y el acceso limitado a recursos médicos. Sin embargo, en los últimos años, su labor ha comenzado a ser más valorada, integrándose en estrategias nacionales para reducir la mortalidad materna y neonatal en zonas marginadas.
Un recurso invaluable
Las parteras no solo brindan atención médica, sino que también conservan un legado cultural invaluable. Su trabajo combina tradición y cuidado, contribuyendo significativamente a la salud y el bienestar de las comunidades rurales de México. Reconocer y apoyar su labor es clave para fortalecer la salud comunitaria y preservar nuestras tradiciones.