El Neuroblastoma, se puede presentar en los bebes desde antes del nacimiento, hasta los primeros 5 años de edad, ya que, es escaso que niños mayores padezcan de esta patología. Sin embargo, solo la observancia y exámenes de orina para medir los niveles anormales de algunos ácidos, pueden delatar la enfermedad.
Esta clase de tumor puede ser localizado en las glándulas suprarrenales y en el tejido nervioso ubicado delante de la columna. El diagnostico en una etapa temprana, le da la posibilidad al tratamiento de tener buenos pronósticos, permitiendo que el niño disfrute de un desarrollo físico, cognitivo y psicosocial normal, lleno de salud y bienestar.
La atención precoz puede hacer la diferencia
Algunas investigaciones indican que por lo menos uno de cada tres Neuroblastomas tienen origen en las glándulas suprarrenales, localizadas encima de los riñones. Mientras que uno de cada cuatro de estos tumores de células inmaduras, comienza en los ganglios simpáticos, ubicados en el abdomen. Así mismo, los demás tipos de protuberancias se distribuyen entre la columna vertebral, el cuello, el pecho o en la zona pélvica. (Infocancer México, s.f.)
El grado de maduración de las células de la cresta neural son factores determinantes para clasificar la agresividad del Neuroblastoma. Debido a que los que alcanzan a tener mayor maduración se catalogan como benignos y casi nunca requieren tratamiento, llegando a desaparecer con el tiempo. Sin embargo, los inmaduros generalmente están plagados de malignidad y requieren un tratamiento más contundente.
Las causas asociativas a desarrollar esta patología no son claras. Pero existen factores de riesgo como la genética, que se deben tomar en cuenta. Así mismo, consultar a tiempo se vuelve necesario cuando se presentan síntomas como masa inusual debajo de la piel, dolor abdominal, problemas gastrointestinales, molestias al respirar, cambios en los tejidos oculares, fiebre, pérdida de peso y problemas óseos.
Esta enfermedad actúa como un cáncer, puesto que, cuando se encuentra en una etapa muy avanzada puede tener algunas complicaciones, propagándose a otros órganos del cuerpo que involucran la piel, los huesos y el hígado. Además, cuando llega a comprometer la médula ósea, comprime los tejidos, produciendo dolores fuertes y parálisis. Así mismo, es posible que aparezcan signos paraneoplásicos que perturben la coordinación y la motricidad.
Aún, no se ha encontrado ninguna manera de prevenir esta falencia orgánica, sin embargo, entre los tratamientos para enfrentarla se encuentra la quimioterapia, radioterapia, cirugía o el trasplante de progenitores hematopoyéticos. Igualmente, se han hecho algunos avances científicos que aplican la Inmunoterapia anti-GD2, que utiliza anticuerpos monoclonales, frenando el crecimiento tumoral y ofreciendo un porcentaje considerable de supervivencia. (Nuria, 2010)
El Neuroblastoma, es una enfermedad incapacitante que afecta con mayor prevalencia a los infantes de corta edad. Y aunque no se conocen las causas y los tratamientos son abrasivos, la tasa de supervivencia es esperanzadora. Además, la ciencia sigue investigando para contrarrestar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Por lo pronto, los padres deben de estar pendientes de la aparición de alguno de los síntomas, al igual de los cambios en los hábitos del niño, ya que, un diagnóstico temprano puede llegar a hacer la diferencia.