A menos de una semana se asumir el cargo como nuevo director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo Aburto sabe que enfrenta un gran reto. El momento actual que se vive y la controversia de la renuncia de su antecesor son aspectos que se deben superar de inmediato. Aunque lo que dejó en claro es que el instituto no se encuentra en crisis.
Estar al frente de una gran institución como el IMSS representa haberme ganado la lotería. El premio es ayudar a los que menos tienen. Lo que es una realidad es que si el IMSS estuviera detenido o paralizado, el país lo estaría también. Si el instituto no estuviera ejerciendo los recursos que tiene para el pago de las pensiones y jubilaciones eso se vería en cada rincón del país.
Ante este panorama, el político afirmó que a través de la política, el diálogo, la buena administración y la construcción colectiva de acuerdos, devolverá al IMSS a sus orígenes. Con esto quiere decir que sea una entidad solidaria que otorgue seguridad social a los mexicanos.
IMSS arrastra errores del pasado
A su vez, señaló que planea tener un diálogo permanente y de respeto con el Sindicato Nacional de Trabajadores de Seguro Social (SNTSS). La idea es resolver las actuales carencias y adversidades que enfrentan todos los profesionales de la salud. Indicó que parte de los problemas que se viven en la actualidad son el resultado de la falta de trabajo de sexenios anteriores.
Finalmente, reafirmó que en el IMSS se seguirán aplicando los principios de austeridad planteados por el Gobierno Federal. Con esto quiere decir no al gasto superfluo y reducir al personal que no contribuya a los objetivos planteados.