Es claro, que los gérmenes están presentes en todo nuestro organismo, sin necesidad de ser consideradas perjudiciales para la salud. Por el contrario, se conoce que estos microorganismos, generalmente actúan en el microbiota intestinal, en el tracto genital y en la dermis, como una barrera de defensa. Sin embargo, el impétigo, es una infección bacteriana de la piel; leve, contagiosa y molesta; que afecta principalmente a los niños pequeños.
Sobre todo, porque, las bacterias Streptococcus del grupo A y Staphylococcus aureus., atacan la piel expuesta y aprovechan cualquier tipo de herida para crear llagas rojas que pican y luego supuran. Lo que, realmente se facilita en lugares con muchas personas, como las guarderías o las escuelas primarias. Por eso, el impétigo es común en niños de 2 a 6 años, que son más propensos a tener lesiones y raspaduras.1
El clima de las regiones subtropicales y la escasa higiene corporal, también pueden convertirse en causantes de una infección bacteriana como el impétigo.
De hecho, el modo de contagio del impétigo se produce a través del contacto directo con las erupciones pruriginosas, convirtiéndose en el punto focal de infección. Por tanto, los padres deben estar atentos para buscar orientación profesional ante la presencia de ampollas llenas de líquido, que, aunque pueden presentarse en cualquier parte del cuerpo, se presentan más visiblemente alrededor de la boca y la nariz. 1
Asimismo, se deben tener cuidados de prevención, colocarle más rigor a la limpieza de la piel y la higiene personal. Incluyendo, por supuesto, el lavado de manos con mayor frecuencia. De igual forma, no se debe tener contacto con las heridas que supuran y seguir todas las recomendaciones médicas, con el fin, de evitar una mayor propagación de la infección.
Así, vemos, que posiblemente, solo con la exploración física, el médico establezca un cuadro clínico ajustado. Sin embargo, en algunos casos se recomienda pruebas como la tinción de gram o un cultivo, para identificar más claramente el tipo de bacteria que está provocando el contagio. De tal modo, que se receten antibióticos tópicos u orales, de acuerdo a la necesidad puntual del paciente.
Generalmente los síntomas son leves y las complicaciones escasas
Es así, como el impétigo, puede convertirse en una infección molesta y muy contagiosa; la cual se debe evitar que se propague; ´pero, que pocas veces presenta complicaciones. Tanto así, que entre sus síntomas casi nunca se encuentra la fiebre, pero si la picazón y las llagas purulentas. Sin embargo, debemos anotar, que La glomerulonefritis posestreptocócica, es una complicación rara de esta infección que afecta los riñones.2
No obstante, existe una variante poco común del impétigo, que afecta a los lactantes; llamada pénfigo estafilocócico del recién nacido; que puede convertirse en un problema grave para el neonato, ya que, puede terminar en una sepsis difícil de controlar. De ahí, que el abordaje diagnostico sea muy importante en cualquier edad.2
Por ello, los padres deben llevar a cabo los controles médicos periódicos, especialmente porque los niños son los mas expuestos a infecciones de la piel, oído y garganta. Que pueden prevenirse y controlarse por medio de la vacunación sistémica, los cuidados preventivos y un buen manejo clínico.
Referencias:
1.Pérez C. Lilian, López B. Patricia, Barrios Moema, Ulloa S. Raúl, Aguilera P. Sonia, Pefaur M. Cecilia et al. Etiología del impétigo infantil. Rev. chil. pediatr. [Internet]. 2001 Mayo [citado 2021 Oct 06] ; 72( 3 ): 199-203. Disponible en:
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0370-41062001000300003&lng=es.
2, Pérez-De la O AD, García-Romero. Impétigo ampolloso. Acta Pediatr Mex. [internet] 2017 [consultado 6 oct 2021];38(5):351-354. Disponible en:
https://www.medigraphic.com/pdfs/actpedmex/apm-2017/apm175h.pdf.