Dentro de las noticias internacionales actuales, una de las que mayor indignación y críticas ha generado tiene que ver con el trato que la administración del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido dar a las familias de inmigrantes indocumentados, acciones que diversos especialistas y organizaciones internacionales han catalogado como inhumanas, además de atentar contra la salud de los involucrados.
Con el objetivo de desmotivar a las familias de inmigrantes ilegales que intentan ingresar a territorio estadounidense (particularmente latinoamericanos, caribeños y asiáticos), el gobinero de la Unión Americana ha optado por comenzar a separar a los niños migrantes de sus padres, medida que forma parte de la política “tolerancia cero” que se pretende implantar.
Y si bien los actos han sido condenados por la opinión internacional de forma unánime, ahora especialistas en traumatología infantil y pediátrica han alzado la voz para dar a conocer los problemas de salud que pueden derivarse de la política adoptada por los Estados Unidos, tanto a nivel físico como mental y emocional.
A pesar de que las autoridades afirman que los niños separados pasan un promedio de 57 días detenidos, otros reportes señalan que en realidad pueden transcurrir varios meses hasta que los menores sean deportados a sus países de origen, además de que al permanecer encerrados en espacios reducidos, existen riesgos de que adquieran diversas infecciones.
Por otra parte, los pediatras han comentado que el daño emocional que reciben los infantes al tener que enfrentarse a este tipo de situaciones puede permanecer de por vida y marcar la personalidad de cada uno de los afectados, al generarles traumas, miedos, depresión, inseguridad y altos niveles de estrés.
Incluso miembros de la American Psychological Association y la American Academy of Pediatrics han señalado que las políticas adoptadas por la administración de Trump pueden ser catalogadas como “abuso infantil” y sus efectos podrían tener implicaciones duraderas en los niños, quienes podrían llegar a desarrollar durante su vida adulta problemas de depresión, ansiedad y síndrome de estrés postraumático, además de presentar conductas violentas, abuso de sustancias y dificultad para relacionarse con otras personas.
Sin lugar a dudas las políticas adoptadas por el gobierno estadounidenses son inaceptables en el siglo XXI y deben de ser condenadas por todos los gobiernos del mundo, pues atentan contra el bienestar de los niños y las familias en general.