Desde que nacemos estamos expuestos a la separación y la perdida, mostrándonos lo efímero de los vínculos y la vida misma. Es así, como el duelo entra en escena, mediante un proceso psicoafectivo, que involucra emociones, acciones y expresiones. Buscando, estrategias para aceptar la situación y poder nuevamente tomar las riendas de la vida. ¡Porque todo pasara y hay que seguir adelante!

El duelo es un proceso psicológico evolutivo

A pesar de que, el cerebro humano tiene la capacidad de adaptarse en medio de la adversidad. No se puede negar que; ante la muerte de un ser querido; aparecen manifestaciones externas. A la vez, que se llevan a cabo rituales planteados por la tradición y comportamientos sociales, que sacan a relucir la vulnerabilidad emocional que se está viviendo.

Y aunque, culturalmente la muerte de un ser querido, es sinónimo de perdida. Existen otros eventos; como las fallas en nuestras capacidades físicas, el despido del puesto de trabajo, la ruptura con la pareja y el paso de la juventud a la vejez; que pueden clasificarse en la misma categoría. Lo que, implica la necesidad de un proceso de duelo para superarlo.

Porque, los seres humanos manejamos los episodios que nos presenta la vida de una manera diferente.  Por tanto, llevamos en nuestro interior; miedos, sentimientos, angustia y emociones; que a veces no salen a la luz. Convirtiéndose en factores de riesgo, que afectan la salud mental y física, del individuo. Sobre todo, porque es normal vivir un periodo de turbación, desconsuelo y tristeza; pero, gradualmente esos sentimientos deben aliviarse.

Buscar ayuda para aliviar las emociones

Sin embargo, cuando las emociones dolorosas son persistentes, se debe buscar ayuda psicológica. Para aceptar la realidad; sentir y soltar el dolor y tener otras opciones. Porque, de lo contrario la vida se convertirá en un largo peregrinaje; que no lleva a ningún lado; afectando la autoestima, el desempeño laboral y las relaciones interpersonales.

Por lo tanto, la terapia cognitiva conductual, será la primera opción para enfrentar el duelo complicado. Ya que, esta técnica ayuda a que el doliente tome conciencia sobre los resultados negativos que está generando sus sentimientos y pensamientos. Comprometiéndose a tomar acción para cambiar su entorno y crear una mejor realidad.

Asimismo, al reconocer que se tienen un problema, muchas veces es necesario hablar de ellos. Es aquí donde a través de grupos de ayuda; compuesto por personas que han pasado por una situación similar; se logra liberan sentimientos y sentirse acompañado; disminuir la angustia; empoderarse y hallar nuevas formas de vivir la vida.

Además, la hipnosis, la acupuntura y terapias alternativas, como la meditación, el reiki o el yoga, servirán para equilibrar la mente y el cuerpo; sacando al individuo de ese estado de angustia e intranquilidad que se experimenta con el duelo. Igualmente se busca una reconstrucción emocional por medio de la programación neurolingüística y la descodificación del subconsciente.

En resumen, el duelo puede ser superado en forma natural al retomar las actividades diarias y con el paso del tiempo. En, pero, cuando no se supera la perdida las técnicas psicológicas, las terapias alternativas y los procedimientos terapéuticos serán una opción. Para así, encontrar un equilibrio emocional y físico, desbloquear el cerebro y tomar conciencia de la realidad.