Los neurotransmisores ayudan a regular nuestras emociones. Pero los científicos han notado una alteración en sus niveles en personas con dolor crónico.
SOBRE EL ESTUDIO
Muchas personas experimentan dolor crónico, una condición continua y a menudo debilitante que puede durar de meses a años. Este dolor persistente puede afectar muchas partes de la vida de una persona. Y casi la mitad de las personas con dolor crónico también experimentan trastornos importantes de ansiedad y depresión.
Ahora, un nuevo estudio dirigido por UNSW Sydney y NeuRA muestra que las personas con dolor crónico tienen un desequilibrio de neurotransmisores. Esto, en la parte del cerebro responsable de regular las emociones.
EMOCIONES: podría estar desencadenando la alteración química
Este desequilibrio podría dificultar el control de las emociones negativas. Y los investigadores creen que el dolor persistente podría estar desencadenando la alteración química.
*Los hallazgos se publicaron hoy en la revista European Journal of Pain.
Lo que dicen los expertos
“El dolor crónico es más que una sensación terrible”, dice la autora principal del estudio. La profesora asociada Sylvia Gustin, neurocientífica y psicóloga de la UNSW y NeuRA. “Puede afectar nuestros sentimientos, creencias y nuestra forma de ser.
“Hemos descubierto, por primera vez, que el dolor continuo está asociado con una disminución de GABA. Un neurotransmisor inhibidor en la corteza prefrontal medial. En otras palabras, se está produciendo un cambio patológico real”.
Su papel en el individuo
Los neurotransmisores ayudan a comunicar y equilibrar los mensajes entre las células. Mientras que algunos amplifican señales (llamados neurotransmisores excitadores), otros las debilitan (neurotransmisores inhibidores).
GABA, o ácido γ-aminobutírico, es el principal neurotransmisor inhibidor del sistema nervioso central. Su función en la corteza prefrontal media. La parte del cerebro donde ocurre la regulación emocional, es ayudar a controlar nuestras emociones.
¿Cómo fue el proceso?
El equipo de investigación utilizó imágenes neurológicas avanzadas para escanear el contenido de GABA en la corteza prefrontal medial de 48 participantes del estudio. La mitad de los cuales experimentaron algún tipo de dolor crónico. A / Prof. Gustin dice que este tamaño de muestra relativamente pequeño es típico de los estudios de imágenes neurológicas, que son costosos de ejecutar.
Los resultados muestran que los participantes con dolor crónico tenían niveles significativamente más bajos de GABA que el grupo de control. Un patrón que era constante independientemente de su tipo de dolor crónico.
PRIMER ESTUDIO EN HUMANOS
“Una disminución de GABA significa que las células cerebrales ya no pueden comunicarse entre sí correctamente”, dice A / Prof. Gustin.
“Cuando hay una disminución de este neurotransmisor, nuestras acciones, emociones y pensamientos se amplifican”.
Si bien el vínculo entre el dolor crónico y la disminución de los niveles de GABA se ha encontrado anteriormente en estudios con animales. Esta es la primera vez que se ha traducido a estudios en humanos.
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