Las vitaminas hidrosolubles y liposolubles, que se encuentran en los diferentes grupos de alimentos, tienen una función de gran importancia para el estado físico y mental del individuo, ya que, contribuyen con los nutrientes necesarios para prevenir enfermedades, mantener la vitalidad y conservar los diversos sistemas en óptimas condiciones.
La naturaleza es sabia y nos regala todo lo que necesitamos para vivir saludablemente. Por eso, existen 13 tipos de vitaminas con funciones específicas. Donde la vitamina B es de suma importancia, ramificándose en B1-Tiamina; B2-Rivoflavina; B3-Niacina; B5- Ácido Pantoténico; B6-Piridoxina; B9-Ácido fólico y B12-Cobalamina, contribuyendo con el buen estado de nuestro cuerpo.
Salud y bienestar con vitaminas
Las frutas, verduras, hortalizas, lácteos, cereales y carnes, son grandes fuentes de vitaminas, minerales y oligoelementos, necesarios para que la parte física y mental de nuestro cuerpo cumpla con las diferentes funciones. De igual manera que permiten desarrollar actividades intelectuales y motrices, llevando a vivir emociones y sentimientos. Por lo tanto, la falta de ellas, produce un déficit que degenera paulatinamente la salud.
La vitamina B12, cobra gran importancia en el cuadro dietario, porque contribuye a generar material genético en las células, crear glóbulos rojos y ayudar en la división celular. Además, participa en la formación de mielina y ácidos desoxirribonucleico y ribonucleico, que contienen la información genética del individuo. Lo que indica que mantiene sanas las neuronas y protege el sistema nervioso. (Universidad estatal de Oregon, s.f.)
La deficiencia de vitamina B12, se puede dar por la mala permeabilidad de nutrientes en la membrana gastrointestinal, generando el síndrome de malabsorción autoinmune. Sin embargo, las personas que llevan una dieta baja en productos de origen animal, aumentan las posibilidades de sufrir déficit de Cobalamina, porque este nutriente, se encuentra en mayor proporción en los cárnicos, lácteos y huevos.
La anemia megaloblastica, es la principal consecuencia derivada del déficit de vitamina B12, porque crea una disminución importante de glóbulos rojos deformando las células. Su sintomatología es muy variada, pero principalmente se ve reflejada en la piel pálida, la irritabilidad, malestar estomacal, debilidad general y hormigueo en las extremidades, haciendo que el individuo se sienta cansado y ansioso casi todo el tiempo. (Stanford Children´s Health, s.f.)
Los daños en la medula espinal en forma combinada, con afectaciones en el cerebro y los nervios periféricos, por la falta de vitamina B12, se desata principalmente por la disminución en la producción de mielina, que gradualmente degenera las células. Haciendo que, los impulsos eléctricos sufran una degradación. De igual manera que aparece la anemia perniciosa y los trastornos del intestino delgado.
El déficit de vitamina B12, causa daños severos en la salud. Sin embargo, la prevención y la ingesta de alimentos de origen animal, como el hígado de vacuno, las almejas, las carnes rojas y de ave. Además, el consumo adecuado de derivados lácteos, puede suplir la deficiencia en poco tiempo, ya que, cuando se presentan casos crónicos es necesario complementar con suplementos, que deben ir indicados por los profesionales de la salud.