Con base en estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 80 por ciento de la población adulta mundial acepta haber consumido alcohol durante el último año. Aunque su consumo de forma moderada y periódica puede no llegar a tener mayores efectos en la salud de tus pacientes, cuando su ingesta es excesiva y de forma constante sí puede llegar a ser peligroso.
Con este antecedente, la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) expuso que el consumo excesivo de alcohol está implicado en más de 200 enfermedades y padecimientos distintos, por lo cual es importante concientizar a la población y reforzar las campañas informativas para prevenir este factor de riesgo.
Dentro de las diversas enfermedades y padecimientos asociados al alcoholismo se encuentran el cáncer de hígado, de boca y laringe, hipertensión, diabetes, fibrilación auricular, demencia, infección pulmonar y trastornos neurológicos, entre muchas más.
En ese mismo sentido, la SEMI comentó que se ha comprobado que el consumo crónico de alcohol en pacientes diabéticos genera una menor adherencia a los tratamientos recomendados por sus pacientes, lo que provoca un efecto negativo en su salud y los vuelve más propensos a presentar complicaciones.
De igual forma, de acuerdo con las investigaciones realizadas por la SEMI, para realmente apoyar a pacientes que presentan un problema con el consumo de alcohol se debe abordar el problema desde un enfoque multidisciplinario.
Por último, con base en la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), una de cada 20 muertes por cáncer que se registra a nivel global está relacionada con el consumo de alcohol, por lo cual es importante que tú como médico le ofrezcas tu apoyo a los pacientes que detectes que sufren de este problema.