La era digital es uno de los pilares de un proceso sobre el que se ha situado al ser humano y, más a aún, su conocimiento, hacia la modernidad. La necesidad casi imperativa de hacer propio el conocimiento de una manera más practica e incluso consumible, es una de las perversiones más intensas en los tiempos recientes. ¿Es en realidad un ahorro sustancial?
En este sentido, de acuerdo con la información presentada en un artículo publicado por el periódico El País, hace un par de semanas se hizo visible un padecimiento general: la progresión de la dependencia de los dispositivos virtuales para la generación en interpretación de la información.
Esto último, gracias a los resultados de Health Desing Challenge, el concurso norteamericano diseñado para para mejorar la presentación de los registros médicos en ordenadores y móviles y cuyo principal objetivo era el de acabar con la confusión y dispersión de los datos médicos, cuyos profesionales.
De los 230 trabajos presentados (80 el año anterior) el máximo galardón fue a parar a Nightingale, una aplicación que representa visualmente los datos médicos y que además lanza predicciones en función de estadísticas creadas automáticamente con el histórico de análisis rutinarios.
¿Qué representan estos datos? Simple, la posibilidad de reducir los costos médicos de una consulta especializada a través de la interpretación sistemática de la información mundial con variables contextuales en una base de datos.
Al respecto, las grandes empresas dedicadas al desarrollo tecnológico han visto en este escenario un área de oportunidad para sembrar el germen de las futuras asistencias médicas: el smart doctor. Un concepto con la capacidad de atender en tiempo real, con mayor precisión que, probablemente, un médico general.
Nokia también dona más de dos millones de euros para investigar sensores sanitarios, y la Casa Blanca fomenta el diseño de gráficas médicas que se entiendan de un vistazo en los móviles de sus ciudadanos.
Por otro lado, los principales representantes de la industria médica y farmacéutica reconocen que hay un cambio que se ha dado, que continúa y que cada vez se hace más visible.
- Don Jones, vicepresidente de Qualcomm Life:
El sistema de salud tal como la conocemos es anticuado. Muchas de las prácticas del médico son las mismas que hace 200 años. La mayoría sigue poniendo los dedos en la muñeca para tomar el pulso y garabatea en un papel las medicinas que tienes que tomar.
- Pedro Díaz Yuste, director de Salud Digital en Sanitas.
La sociedad mundial se enfrenta al reto de cómo gestionar esta factura. El modelo de salud actual ya no es sostenible.
En ocasiones, si uno reflexiona sobre el sendero que nos esta llevando el desarrollo tecnológico el panorama parece cada vez más sombrío. No por su practicidad en reducción de tiempo y forma, sino, por la dependencia crónica que genera en uno mismo.
Imagen: Reuters