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El acoso sexual de todos los días

Genie Rivera - Editor en jefe de Saludiario

El “adiós preciosa” con el que inicié el día de hoy no me motivó en lo absoluto.

Como mujer puedo decir que es normal lidiar con este tipo de comentarios en la calle todos los días, es más, ya se volvió costumbre. Simplemente finges que no escuchaste y sigues tu camino. Ponerse un vestido o una falda y salir a la calle se ha vuelto un verdadero reto.

Llevo tres años viviendo en la Ciudad de México, y ya me tocó sentir el “agarrón de nalgas” en el metro. Se estima que hay entre 300 y 350 agresiones sexuales contra las mujeres en el metro todos los días, las cuales suman más de 126 mil por año, pero sólo hay 300 quejas anualmente.

Un hecho que es importante destacar, es que si la víctima sufre un contacto físico directo o se ve obligado a ver algo que no quiere, son considerados como delitos graves si ocurren en el transporte público, y el atacante se va directamente a la cárcel. ¡Esto nadie nos lo ha dicho!

Los médicos y el acoso

Como médicos primero deben asegurarse que en su consultorio no esté sucediendo este problema. A veces hasta pasa por “broma” que la enfermera reciba piropos del propio doctor, o de cualquier persona. Tampoco es un chiste que el médico le aviente comentarios hóstiles al paciente. Es necesario ser congruentes con la profesión y con lo que se experimenta de manera diaria.

Es triste ver en las noticias casos de abusos sexuales de médicos a enfermeras, incluso médicos a pacientes. Alexandra Robbins, en su libro “The Nurses: A Year of Secrets, Drama, and Miracles with the Heroes of the Hospital” plantea el drama que viven las enfermeras (entre otros temas) sufriendo el abuso de parte de sus médicos.

¿Qué ha pasado con los médicos residentes?

En el afán de enseñar de una manera estricta, el abuso verbal se ha vuelto una costumbre.
En un estudio realizado por el departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la UNAM, de 148 residentes de especialidades quirúrgicas y clínicas se encontró que 65% habían recibido gritos, 57% fueron humillados en público por sus errores y 51% sufrieron faltas de respeto al trabajo realizado.
La Asociación Médica Británica comunicó que el acoso es frecuente, los
adscritos del grupo médico y los directivos, y la mayoría de los médicos indicaron que fueron testigos del sometimiento y acoso hacia sus compañeros. Señalaron que las formas más comunes de intimidación o acoso consistieron en denigrar y vulnerar el trabajo, retener información necesaria, ignorar o excluir, así como interferir indebidamente en el desarrollo laboral.

Desde esta etapa temprana, se está enseñando a los médicos que está correcto tener abusos verbales, que desencadena a un acoso sexual, y después, que no nos sorprenda lo que veremos en las noticias.

Va desde una mirada lasciva, un comentario, un toqueteo; pero son detalles constantes que incomodan a una mujer. Como dirían, el acoso es la antesala para una posible violación sexual.

Es importante no quedarse callados al ver una situación así cuando pasa frente a nuestros ojos. No es normal, no es correcto; es necesario poner un alto.

Tu como médico, ¿qué estás haciendo al respecto?

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