Hace poco más de dos décadas se vivió uno de los cambios más grandes que ha presenciado el campo de la salud en nuestro país. Todo empezó con la llegada de los consultorios económicos de farmacias. Desde entonces este tipo de negocio se ha convertido en uno de los más exitosos y su crecimiento parece no tener fin. De hecho, a partir de la pandemia ha visto un aumento todavía mayor y el panorama a futuro luce bastante prometedor.
Pandemia impulsa el crecimiento de los consultorios de bajo costo
En ese sentido, el primer objetivo de esta modalidad fue competir con la salud privada. Al ofrecer servicios de bajo costo logró atraer a miles de pacientes. Como resultado se expandió por todo el territorio nacional y ahora prácticamente existe al menos una unidad en cada sucursal.
A raíz de lo anterior ahora los consultorios de farmacias no solo compiten con la salud privada sino también con la pública. Para la mayoría de las personas es más sencillo y cercano acudir a una sucursal de este tipo en lugar de su clínica familiar.
Por su parte, la Asociación Nacional de Farmacias de México (Anafarmex) señala que el panorama inmediato es muy alentador. Con base en sus predicciones se prevé que exista un crecimiento del 20 por ciento durante el siguiente año. De concretarse entonces el 2022 será el año con mayor inauguración de consultorios económicos de farmacia de la historia.
De esta manera, para el siguiente año se espera abrir tres mil nuevas sucursales agremiadas a la Anafarmex en todo el territorio nacional. Mientras que al menos dos mil contarán con consultorios anexos.
Motivos detrás del éxito
Parte del éxito de este modelo se debe a los motivos ya mencionados: precios económicos y cercanía con las casas de los pacientes. Pero también existen otros aspectos que se han hecho más notorios durante la pandemia.
En primer lugar, una de las mayores molestias de las personas es tener que esperar para ingresar al consultorio. Se trata de una constante en la mayoría de unidades del IMSS e ISSSTE. Por eso, inclusive los derechohabientes prefieren acudir a las unidades de farmacias.
Derivado de lo anterior, algunos pacientes consideran peligrosas las salas de espera de los hospitales públicos por la gran cantidad de personas que existen y el largo tiempo que deben permanecer ahí para ingresar al consultorio. En cambio, en las unidades de bajo costo se ingresa casi de inmediato.
Ahora bien, así como los consultorios de farmacias se han ganado la preferencia de los pacientes también son mal vistos por gran parte de los médicos. Todo se debe a las condiciones deficientes de contratación que ofrecen algunas empresas.
En algunos casos los médicos que laboran en este tipo de modalidad no reciben prestaciones básicas. Además los salarios son bastante bajos y las opciones de crecimiento son prácticamente nulas.