Tú sabes mejor que nadie todas las complicaciones a las que se enfrentan los profesionales de la salud. Las jornadas de trabajo suelen ser extenuantes e inclusive se han complicado desde el inicio de la pandemia. La consecuencia inmediata es un cansancio permanente que genera altos niveles de estrés y ansiedad. Cuando eso ocurre también aumentan las probabilidades a cometer errores al atender al pacientes. Es un círculo vicioso en el que todos se ven afectados. Para evitar que eso te ocurra hay varias alternativas y una de ellas es el mindfulness.
Sin caer en cuestiones religiosas, es una técnica que permite conseguir atención plena en el “aquí y el ahora”. Ayuda a conocer y apreciar lo que hay a tu alrededor para enfocarte en tus esfuerzos y manejar las emociones negativas.
De esta forma, el mindfulness o conciencia plena se dedica a mantener una tranquilidad interna para que la puedas proyectar a los demás. Para llevarla a cabo existe cinco pasos esenciales que puedes aplicar en tu vida fuera del consultorio y son los siguientes.
Aliento estimulante
La respiración es una práctica mindfulness que te ayudará a potencializar tu energía. En este caso la técnica de la respiración de fuelle es muy conocida en yoga como prana. Con la espalda recta y relajando los hombros, empieza a inhalar y exhalar rápidamente por la nariz. Mantén la boca cerrada y relajada a la vez. Realiza tres ciclos de respiración completos por segundo. A medida que respiras podrás notar un movimiento rápido en el diafragma.
Respiración 4-7-8 para reducir el estrés
Esta técnica te ayudará a relajarte ya que funciona como un tranquilizante natural para el sistema nervioso. Consta de inhalar mientras cuentas hasta cuatro, aguantar la respiración hasta llegar al siete y exhalar a la cuenta de ocho, si puedes acelerarlo será mucho mejor. Recuerda no realizar más de cuatro sesiones, ya que podrías marearte.
Cuenta tus respiraciones
Contar la respiración es una técnica tradicional para encontrar la calma ante cualquier situación. Practícalo por diez minutos cuando lo necesites y verás la diferencia. Para realizarla cuenta tu respiración mentalmente hasta uno y exhala lentamente. Inhala nuevamente, cuenta hasta dos y exhala lentamente. Continua con el conteo repitiendo el procedimiento hasta llegar a diez y verás que es una buena forma de relajación.
Pinta mandalas o dibuja
Desarrollar tu parte creativa siempre es terapéutico. Dedicar un rato o incluso unos minutos de tu tiempo a esta actividad te permitirá liberar la mente y dejar que tus pensamientos fluyan mientras realizas una actividad relajante.
Camina y observa
Evita el uso de tu teléfono y dirige tu atención a lo que te rodea o por donde caminas para conectar con la naturaleza. Para ello enfócate en sonidos, las sensaciones y olores a tu alrededor, verás que es una fórmula efectiva para reducir la ansiedad.