En todo el mundo, la depresión afecta a 280 millones de personas. La pandemia ha incrementado los números. Llaman a tomar conciencia y buscar ayuda profesional para su tratamiento.
Pandemia y salud mental: La depresión es una enfermedad que afecta a 280 millones de personas en todo el mundo
De acuerdo con el Centro de Investigaciones del Sistema Nervioso (Cisne) de México, la depresión es una enfermedad que afecta a 280 millones de personas en todo el mundo. En América Latina, el 5% de la población activa sufre de esta trastorno.
La pandemia ha incrementado los casos no solo de depresión, sino también de ansiedad. En este sentido la Asociación Psicoanalítica Mexicana confirmó que desde 2020 la depresión es la principal enfermedad mental del país.
Por otra parte, en diálogo con agencia EFE, el neuropsiquiatra Edilberto Peña afirmó “en la próxima década se seguirán atendiendo las consecuencias de la salud mental en la población que vive en el contexto de la pandemia actualmente”.
Una persona con depresión no es débil ni perezosa
El estigma, los mitos y el auto diagnostico son barreras que los profesionales de salud se enfrentan diariamente por lo tanto hay un llamado generalizado a tomar conciencia sobre este grave padecimiento. “Una persona con depresión no es débil ni perezosa; es una persona enferma” declara Jacqueline Cortés, psiquiatra y presidenta de la Asociación Psiquiátrica Mexicana.
Un informe mostró que entre 14,7% y 22% del personal de salud entrevistado en 2020 presentó síntomas que permitían sospechar de un episodio depresivo.
El personal de salud de once países de América Latina presenta elevadas tasas de síntomas depresivos, pensamiento suicida y malestar psicológico, según los resultados de un estudio liderado por las universidades de Chile y Columbia, con la colaboración de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Entre 14,7% y 22% del personal de salud entrevistado en 2020 presentó síntomas que permitían sospechar un episodio depresivo
El informe The COVID-19 HEalth caRe wOrkErs Study (HEROES) muestra que entre 14,7% y 22% del personal de salud entrevistado en 2020 presentó síntomas que permitían sospechar un episodio depresivo, mientras que entre un 5 y 15% del personal dijo que pensó en suicidarse.
El estudio también da cuenta que en algunos países solo recibieron atención psicológica cerca de un tercio de quienes dijeron necesitarla.
“La pandemia evidenció el desgaste del personal de salud y en los países en los que el sistema de salud colapsó, el personal sufrió jornadas extenuantes y dilemas éticos que impactaron en su salud mental”, afirmó Anselm Hennis, director del Departamento de Enfermedades no Transmisibles y Salud Mental de la OPS. “La pandemia no ha terminado. Es esencial cuidar a quienes nos cuidan”, subrayó.
El informe subraya que es urgente el desarrollo de políticas específicas que permitan organizar acciones que protejan la salud mental de estos trabajadores. En ese sentido recomienda modificar el ambiente laboral y garantizar condiciones de trabajo adecuadas. También, otorgar remuneraciones dignas, condiciones contractuales estables y crear espacios donde los equipos puedan conversar, desahogarse y realizar prácticas de autocuidado.
Notas relacionadas: